Estados Unidos, 1 de mayo.- El gobierno de Estados Unidos intensificó ayer los esfuerzos para ayudar a los miles de damnificados que dejaron a su paso devastadores tornados que causaron más de 350 muertos.


El presidente Barack Obama, que constató el viernes los daños en Alabama, el estado más afectado, dijo que la destrucción era desgarradora y aseguró que enviaría a funcionarios clave a las zonas del desastre para agilizar la ayuda federal. Se calcula que el número de casas y edificios destruidos es de casi 10 mil.


Autoridades estatales y federales del sur de Estados Unidos aún no se ponían de acuerdo sobre la escala de devastación de la peor catástrofe natural del país desde el huracán Katrina en 2005.


La firma que modela escenarios de riesgo, EQECAT, prevé pérdidas aseguradas de entre 2 mil millones de dólares y 5 mil millones de dólares por los estragos causados por la serie de violentos tornados que afectaron a siete estados sureños esta semana. Los miles de aturdidos sobrevivientes, muchos de los cuales perdieron a sus familias y amigos en los tornados, acampaban afuera de sus viviendas, pernoctaban en albergues o en las casas de sus conocidos.


La cifra de muertos en Alabama, el estado más golpeado, fue revisada a la baja, a 249; al menos otros 101 fallecidos fueron reportados en Mississippi, Tennessee, Arkansas, Georgia, Virginia y Louisiana.


“Tenemos miles de casas que han desaparecido por completo (…) No es una exageración decir que comunidades enteras fueron barridas”, dijo a la agencia Reuters Yasamie August, portavoz de la Agencia de Manejo de Emergencias de Alabama.


De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología, fueron 288 tornados los que sacudieron, entre martes y jueves, el sur y el este del país. En muchas comunidades del sur estadounidense, las escenas de destrucción con pilas de escombros enmarañados, maderas, vehículos y objetos personales recordaba a la devastación vista tras el terremoto y tsunami de marzo en Japón.


Aún faltaban energía y agua en muchas áreas.


En Louisiana y Mississippi, las autoridades emitieron además una alerta de inundación y comenzaron a tomar medidas de seguridad. Ambos estados se encuentran en estado de emergencia. Las autoridades temen inundaciones de 2.40 metros en las zonas aledañas del río Mississippi, cuya cuenca es la más larga de EU. Equipos de rescate comenzaron a colocar bolsas de arena en las casas. “Estamos haciendo todo para estar preparados para el peor de los casos, pero esperamos lo mejor”, dijo el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal.


Los de la semana pasada fueron los tornados más mortíferos después de los de 1925 en el medio-oeste de EEUU, que dejaron 747 muertos.