Al dar inicio a su primera visita como Pontífice a Israel y el territorio palestino de Cisjordania, el Papa Benedicto XVI pidió ayer un Estado para los palestinos.
El pontífice arribó procedente de Amman (Jordania) y fue recibido en el aeropuerto por el presidente israelí, Shimon Peres, y el primer ministro, Benyamin Netanyahu, junto con varios ministros, diplomáticos y autoridades religiosas y militares.
"Suplicó" a todas las partes implicadas que busquen una solución justa "para que los dos pueblos (Israel y Palestina) puedan vivir en paz en su patria, con fronteras seguras e internacionalmente reconocidas", dijo ayer Benedicto XVI al llegar a Israel.
El Papa hizo esa "súplica" en su primer día de estancia en Jerusalén, donde dijo ante el presidente, Simón Peres, que la paz y la seguridad "se construye a través de la justicia" y reconociendo al otro "como a mi igual".
"La justicia da paz, tranquilidad y seguridad para siempre", subrayó el Pontífice, que nada más pisar suelo israelí dijo que viene "a rezar a los Santos Lugares por la paz en Tierra Santa y en todo el mundo".
"Suplico a todos los que tienen responsabilidad que exploren todos los caminos para la búsqueda de una solución justa para que los dos pueblos puedan vivir en paz en su patria, con fronteras seguras e internacionalmente reconocidas", afirmó.
Luego, el Papa rezó ayer en el memorial del Holocausto en Israel y condenó la matanza de judíos en la Segunda Guerra Mundial. A su vez, denunció el antisemitismo, abogando para que "jamás un horror similar (al holocausto) pueda deshonrar a la humanidad".
En el lugar donde se custodian las cenizas de víctimas de los campos de concentración nazi y están escritos los nombres de millones de ellos, también hay un Museo en el que está colgada una foto del papa Pío XII bajo un polémico epígrafe, en el que se le acusa de haber callado mientras millones de judíos eran conducidos a los campos de exterminio.
Aunque altos dirigentes vaticanos expresaron su malestar y pidieron que fuera quitada, al considerar que son falsas las acusaciones contra Pío XII, la foto permanece. Ayer Benedicto XVI no visitó ese museo.
Benedicto XVI visitó la "Sala de la Memoria", donde están escritos los nombres de los 22 campos de exterminio nazi y donde atizó la llama votiva, colocó una corona de flores con los colores amarillos y blanco, del Vaticano, y tras un momento de silencio y recogimiento departió con seis supervivientes.
Ante el presidente israelí, Simón Peres, el titular del Parlamento israelí (Knesset), Reuven Rivlin, y el rabino del Memorial, el Papa alemán abogó para que nunca se olvide o niegue el holocausto.
La visita al memorial y los comentarios sobre un Estado palestino fueron el gesto más fuerte del Papa a favor de una reparación de las relaciones entre el Vaticano e Israel, resentidas por el apoyo de Benedicto XVI a la beatificación del Pío XII, a quienes muchos judíos acusan de no haber hecho lo suficiente para detener el Holocausto.
Estas fricciones generaron ayer focos de protesta contra el Papa de distintos grupos sociales, religiosos y políticos judíos y musulmanes.