Aunque aún no fue formalmente consagrada, la segura candidatura presidencial de la ecologista Marina Silva en reemplazo del fallecido socialista Eduardo Campos ya alteró el escenario electoral de Brasil luego de que una encuesta de intención de voto le atribuyera la posibilidad de derrotar en segunda vuelta a la actual mandataria, Dilma Rousseff.

Silva desplazó del segundo puesto al socialdemócrata Aécio Neves, con 21 contra 20 por ciento, para la primera vuelta del 5 de octubre próximo, según el sondeo de Datafolha. Rousseff ganaría la primera vuelta con 36 por ciento de los votos, lo que la obligaría a medirse en el balotaje con Silva, que se impondría con 46 contra 43 por ciento.