El presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, levantó ayer en el Congreso el toque de queda que había impuesto en Lima y la vecina El Callao para casi todo el día, en una reunión con autoridades parlamentarias que sucedió a una jornada de enorme tensión política.

"Debo informar que a partir del momento vamos a dejar sin efecto esta inamovilidad (toque de queda). Corresponde llamar a la tranquilidad del pueblo", dijo Castillo en el recinto de sesiones del parlamento, cuando llevaba cerca de dos horas de reunión con los legisladores, reportó la radio local RPP.

La reunión, que aún no había terminado aunque el mandatario se retiró luego de hacer ese anuncio -los congresistas continuaban escuchando a los ministros-, se inició poco después de las 15 (las 17 en la Argentina).

Sucedió a una larga jornada de tensión iniciada en los últimos minutos del lunes, cuando Castillo informó que había decretado el estado de emergencia (sitio) y el toque de queda desde las 2 hasta las 24 de ayer en Lima y El Callao para "restablecer el orden interno" y "resguardar la seguridad ciudadana".

El jefe del gabinete, Aníbal Torres, explicó en el Congreso que la medida fue adoptada debido a informes de inteligencia que alertaron sobre el riesgo de "convulsión social". "Se tenía información de fuente reservada de que hoy (por ayer) se iban a producir actos vandálicos, esa es la razón por la que hemos tomado esta medida", había dicho más temprano el ministro de Defensa, José Gavidia.

Las protestas, que ya suman 4 muertos, arrancaron el pasado 28 de marzo por el alza de precios del combustible, generando violencia y disturbios. La medida fue ampliamente cuestionada desde la madrugada por dirigentes políticos, e incluso por el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, que buscó derogarla mediante recursos de hábeas corpus.

Antes de ir al Congreso, Castillo había analizado la situación con su gabinete y, por su lado, las autoridades del parlamento hicieron lo propio con los jefes de todas las bancadas.

El estado de sitio y el toque de queda fueron dispuestos en momentos en que seguían creciendo los disturbios en el país, en el contexto de un paro parcial de transportistas de pasajeros y de cargas por el reciente aumento de los precios de combustibles. Las nuevas protestas de ayer se sumaron a una crisis más amplia que comenzó hace una semana en Perú por la creciente inflación, que puso en jaque a Castillo apenas unos días después de que sobrevivió a un juicio político. El Gobierno ha dicho que el toque de queda era para evitar saqueos.