Buenos Aires, 30 de abril.- La princesa Máxima, ahora convertida en reina consorte de Holanda, volvió a deslumbrar al mundo este martes con un look que destacó, otra vez, su sencilla elegancia, la que combina equilibradas cuotas de glamour y frescura, la que le permitió ganarse al pueblo holandés y ser una de las figuras más populares de la realeza contemporánea.
Para el gran día de su vida, Máxima eligió primero un vestido del belga Edouard Vermeulen en tonos "nude" con cuerpo de escote drapeado, falda plateada y mangas abullonadas. El pelo lo llevó recogido en un moño bajo y su maquillaje fue discreto.
En tanto, para la jura de su marido Guillermo Alejandro como rey lució un vestido largo azul eléctrico, con capa en el mismo tono. El modelo es obra del diseñador holandés Jan Taminiau. La argentina lleva el pelo recogido en un moño bajo y una impresionante diadema para acompañar el modelo de encaje en el escote.
En su gran día, Máxima volvió a deslumbrar con su look
Elegante y sencilla, eligió un vestido claro y otro azul y llevó el pelo recogido.

