Camboya, 1 de abril.- Un padre encadenó a su hijo de 13 años a un poste para que abandone los videojuegos, tras descubrir que el niño había faltado a clases para jugar en un cybercafé de Camboya. El castigo consistía en una suerte de humillación pública, pero la realidad es que los vecinos llamaron a la policía anonadados por la crueldad del padre.


La policía llegó al sitio y liberó al muchacho, quien estaba atado con unas cadenas colocadas alrededor de su cuello. Las autoridades inmediatamente denunciaron este caso como abuso infantil y los uniformados iniciaron la búsqueda del hombre, quien huyó del lugar al escuchar las sirenas.