La Justicia uruguaya decidió ayer el encarcelamiento del general Miguel Dalmao por un crimen ocurrido durante la última dictadura, en el primer caso de un militar activo en ser enjuiciado por un delito ocurrido durante el Gobierno de facto de la década del "70.

Dalmao fue imputado junto al coronel retirado José Chialanza como coautores de la muerte de la militante comunista Nibia Sabalsagaray, ocurrida en 1974, aunque no se probó su autoría material.

"Los elementos probatorios incorporados hacen presumir que (la víctima) sufrió apremios físicos durante el interrogatorio a que fue sometida y que falleció a consecuencia de ellos", según el documento de procesamiento publicado por el Poder Judicial.

Dalmao, actual jefe de una división del Ejército uruguayo, y Chialanza se desempeñaban en la unidad en la que apareció sin vida Sabalsagaray.

Las autoridades de la época calificaron su muerte como un suicidio, pero pericias que se sumaron al caso recientemente comprobaron que la detenida fue víctima de tortura.

El caso de Sabalsagaray fue a fines del 2009 el primero para el que la Suprema Corte de Justicia de Uruguay declaró inconstitucional una ley que limita las investigaciones sobre crímenes ocurridos durante la pasada dictadura militar.