Cuatro meses después de su detención, y libre de cargos por presunta agresión sexual, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn (DSK) confesó ayer haber cometido una “falta moral” y sugirió que pudo haber sido víctima de un complot.

En su primera entrevista después de que un caso de abuso sexual en un hotel de Nueva York terminara con su carrera en el FMI (el pasado 14 de mayo) e hiciera polvo sus posibilidades de postularse a la presidencia francesa, Strauss-Kahn aseguró que estaba molesto por lo que denominó una “inapropiada” pero consensuada relación que defraudó a su país y a su familia.

“He visto el daño que he hecho y he reflexionado; he perdido para siempre esa ligereza”, dijo al ser preguntado por sus relaciones con las mujeres, y con respecto a su esposa, Anne Siclair, dijo que era “una mujer excepcional” que “jamás” lo hubiera apoyado de no ser porque “sabía desde el primer minuto” que él “era inocente”.

Mientras que explicando la situación que lo llevó a prisión, ex director del FMI aseguró que “lo que ocurrió no fue ni violencia, ni coacción, ni agresión”, y admitió que no tuvo “una relación tarifada”, y en esta misma línea destacó que el informe del fiscal indica que no hubo “pruebas de violencia” sobre Naffissatou Diallo, la camarera del hotel.

Vestido con un traje oscuro y una sobria corbata azul, DSK dejó caer un “es posible” cuando se le preguntó si consideraba que podría haber sido objeto de una “trampa”; y contestó con un “veremos” cuando la entrevistadora le interrogó sobre si pensaba que hubo “complot”.

Por otra parte, aseguró que tuvo “mucho miedo”, sobre los métodos empleados por las autoridades estadounidenses durante su detención; y resaltó que los cargos contra él han sido retirados en EEUU porque no hay pruebas para continuar con el caso.
En este marco, el líder del FMI reconoció que la “falta moral” que admite haber cometido lo enfrentó con los franceses, ante los que confirmó además que no será candidato a las elecciones presidenciales del próximo año. Y en lo que pareció un adiós a la vida pública, el francés de 62 años: “No soy candidato a nada y en estas condiciones lo primero (que voy a hacer) es descansar. Voy a tomar un tiempo para reflexionar. Pero toda mi vida ha estado dedicada a intentar ser útil al bien público”.

Por otra parte, sobre el otro caso que le espera en Francia, la acusación de la periodista Tristane Banon, sobre un presunto intento de violación, DSK, limitado con sus palabras, afirmó que esta mujer presentó a la opinión pública una “versión imaginada” de lo que sucedió entre ambos. “No hubo ningún acto de agresión, ni de violencia” aseguró y cerró el tema con un “no diré más”.