El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, declaró este martes el estado de emergencia después de que manifestantes destrozaran negocios e incendiaran decenas de edificios en la ciudad de Kenosha, donde el domingo pasado un policía disparó siete veces por la espalda a Jacob Blake, un joven afroestadounidense de 29 años, a la vista de sus hijos.

El tiroteo a Blake fue grabado en un teléfono celular y el video encendió nuevas protestas contra el racismo en varias ciudades estadounidenses, incluida Los Ángeles, la capital de Madison en Wisconsin, y en Minneapolis, el epicentro del movimiento Black Lives Matter, solo tres meses después del asesinato del aforestadounidense George Floyd a manos de la policía blanco en Minneapolis.

El padre de Blake, también llamado Jacob Blake, describió el tiroteo como un "intento de asesinato sin sentido".

"Le dispararon a mi hijo siete veces, ¡siete veces!, como si no importara, pero mi hijo importa", dijo Blake y agregó: "Es un ser humano y es importante".

Blake sufrió múltiples lesiones, incluida una herida de bala en un brazo, daños en el riñón, el hígado y la médula espinal, dijo Patrick Salvi, uno de los abogados de la familia, informó la televisora CNN.

"Tuvo una bala que atravesó parte o toda su médula espinal, al menos una bala; tiene agujeros en el estómago, tuvieron que extirparle casi todo el colon y el intestino delgado", agregó Salvi y aseguró que la familia presentará una demanda civil contra el departamento de policía por el tiroteo.

El ataque provocó protestas y disturbios en el estado.

El hecho fue duramente condenado por el el demócrata Evers, quien declaró el estado de emergencia después de instar a los manifestantes a mantener la calma.

Antes de la esperada nueva ronda de protestas, el condado de Kenosha declaró otro toque de queda a partir de las 20 de este martes y hasta las 7 de mañana.

El alguacil David Beth pidió "al público que se mantenga alejado de las calles por su seguridad".

La indignación volvió a sentirse en las calles de Kenosha el lunes por segunda noche consecutiva, con la policía disparando gases lacrimógenos contra cientos de manifestantes que desafiaron el toque de queda nocturno, y arrojaron botellas y bengalas contra agentes que protegían la sede local de los tribunales.

El jefe de bomberos de la ciudad, Charles Leipzig, informó al Kenosha News que se reportaron 34 incendios asociados con los disturbios, con 30 negocios destruidos o dañados junto con un número desconocido de residencias.

Wisconsin es uno de los estados más diversos de Estados Unidos en términos raciales. Aunque 7% de la población total del estado es negra, en Kenosha el porcentaje sube a 12%, según el censo de 2019.

El padre de Blake dijo que se enteró el domingo por la noche de que los agentes le habían disparado a su hijo y poco después vio el video, que parece mostrar a Jacob recibiendo los disparos por la espalda.

"Quiero poner mi mano en la mejilla de mi hijo y besarlo en la frente, y luego estaré bien", dijo el padre, que viajaba de Carolina del Norte a Milwaukee, donde su hijo estaba siendo tratado.

"Lo besaré con mi máscara, lo primero que quiero hacer es tocar a mi hijo", subrayó.

En el video que circuló por internet y las redes sociales se ve a por lo menos dos policías disparar repetidas veces contra Blake por la espalda cuando éste intenta subirse a su camioneta.

Ben Crump, otro de los abogados de la familia, dijo que tres de los hijos de Blake, de 3, 5 y 8 años, estaban dentro del vehículo en el momento del incidente.

La policía de Kenosha dijo que el domingo recibió un llamado para intervenir en una disputa doméstica y que al llegar al lugar se encontraron con Blake, pero no se pronunció sobre si el hombre estaba armado ni por qué se le disparó, y tampoco reveló si los tres oficiales involucrados en el hecho son blancos.

El hombre que grabó el video con su celular, Raysean White, de 22 años, dijo a medios que vio a Blake forcejear con tres policías y oyó que le gritaron dos veces que tirara un cuchillo antes de dispararle.

Pero White sostuvo que no vio ningún cuchillo en las manos de Blake.

Los policías involucrados fueron puestos en licencia administrativa, un procedimiento de rutina en estos casos de tiroteos por parte de agentes.

El candidato presidencial demócrata para las elecciones del 3 de noviembre, Joe Biden, dijo que los oficiales responsables "deben rendir cuentas".

"Esta mañana, la nación vuelve a despertarse otra vez más con pesar e indignación por el hecho de que otro afroamericano haya sido víctima de un uso excesivo de la fuerza", dijo el exvicepresidente en un comunicado a poco más de dos meses de los comicios del 3 de noviembre.

Los republicanos, que esta semana celebran la convención que consagrará a Donald Trump como candidato a la reelección presidencial, así como los sindicatos de policía, acusaron a los demócratas de prejuzgar los hechos.

Políticos republicanos de Wisconsin también condenaron las protestas, haciéndose eco del énfasis en la ley y el orden al que Trump ha echado mano para su campaña.