Efectivos de la Guardia Nacional de la capital de Estados Unidos dieron positivo al examen de coronavirus tras ser desplegados en el marco de las recientes protestas contra el racismo y la violencia policial en Washington DC, informó este martes la fuerza.

“Podemos confirmar que tenemos tests positivos de COVID-19 entre las filas de la Guardia Nacional en Washington”, dijo a través de un comunicado la teniente coronel Brooke Davis, portavoz de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia, donde está ubicada la ciudad de Washington.

Davis dijo que no podía revelar el número de casos por razones de “seguridad operativa”, y que los casos se registraron luego de la movilización de los 1.700 integrantes de ese cuerpo ante las protestas por la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco en Minneapolis.

El despliegue fue ordenado por la alcaldesa y luego por el gobierno federal para mantener el orden, luego de que se registraran disturbios y saqueos en el marco de algunas manifestaciones.

Su intervención no estuvo exenta de polémicas, en especial por la utilización de gas lacrimógeno para dispersar una manifestación pacífica frente a la Casa Blanca, con el fin de que el presidente Donald Trump pudiera cruzar caminando hasta una iglesia cercana a la sede del gobierno.

Los efectivos fueron examinados antes y después de su movilización, explicó Davis. “El personal de la Guardia Nacional practica distanciamiento social y las medidas sobre el uso de PPE (equipo de protección personal, ndlr) se mantuvieron en todos los casos en que fueran prácticamente aplicables”, dijo Davis.

Varios policías y efectivos de la Guardia Nacional actuaron en las protestas sin mascarillas. Entre los manifestantes, aunque muchos las utilizaron, no todos llevaban ese elemento sanitario.

Funcionarios del gobierno de Estados Unidos ya se han expresado acerca de la posibilidad que las multitudinarias marchas resulten en un aumento de los contagios de coronavirus.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), indicaron el domingo de que están vigilando “estrechamente” este escenario.

“Los CDC y nuestros socios federales están vigilando estrechamente las manifestaciones que se están produciendo en todo Estados Unidos. Las protestas y las concentraciones grandes de gente dificultan que se mantengan nuestras recomendaciones sobre distanciamiento social y pueden poner a otras personas en peligro”, ha apuntado una portavoz de los CDC, Kristen Nordlund, en un comunicado.

Nordlund ha reconocido que “aún es pronto para saber el efecto que tendrán estos hechos, si es que tienen alguno, en la respuesta federal a la COVID-19. Cada situación local es distinta”. “Las autoridades estatales y locales tomarán las decisiones para proteger la salud pública en función de las circunstancias concretas”, ha indicado.

No obstante, las manifestaciones no son la única posible fuente de contagios. También lo han sido las reaperturas que han tenido lugar a lo largo del país. De hecho, The Washington Post reportó este martes que más de una docena de estados y Puerto Rico están registrando sus cifras más altas desde el comienzo de la pandemia, y las hospitalizaciones en nueve estados han aumentado desde el 25 de mayo, día de los caídos en el país.

La COVID-19 ha causado más de 111.000 muertes en Estados Unidos, donde se registran cerca de 2 millones de casos, de un total mundial de 7,2 millones.