El presidente de Bolivia, el socialista Evo Morales, logró ayer una aplastante reelección en los comicios presidenciales con un apoyo en las urnas de entre el 59,5 % y el 61 %, según los sondeos a pie de urna y recuento rápido difundidos anoche por los medios de comunicación y que están dentro de las previsiones. Con estos resultados, Evo se convirtió en el primer mandatario en gobernar el país por tres períodos consecutivos. Este último entre 2015 y 2020.
Según el muestreo por recuento rápido de Ipsos para el canal de televisión ATB, Morales obtuvo un apoyo en las urnas del
59,5 %, mientras que su opositor mejor situado en la votación, el magnate cementero Samuel Doria Doria, conseguió un respaldo del 25,3 %. Las encuestas a pie de urna difundidas por los canales privados Red Uno y Unitel coincidieron en otorgar al actual mandatario un 61%.
En Bolivia, históricamente, los resultados de los sondeos a pie de urna y por conteo rápido coinciden con los datos que difunde el Tribunal Supremo Electoral tras el escrutinio oficial. Por eso, pasadas las 22, hora de Argentina, Evo salió a adjudicarse la victoria sin esperar los datos oficiales que empezarían a conocerse a la medianoche de La Paz, la 1 de Argentina.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales aspira a revalidar también su absoluto dominio del poder legislativo favorecido por la fragmentación del voto opositor, después de que sus adversarios fueran incapaces de sellar una alianza para enfrentar la supremacía política y financiera del oficialismo.
Morales, un ex sindicalista cocalero ha prometido consolidar los planes sociales y aumentar el rol del Estado en la economía para prolongar la bonanza que llevó la pobreza a mínimos históricos durante sus nueve años en el poder.
Con el impulso de sus nueve años de ‘socialismo originario‘, Morales llega al tercer mandato en el los analistas esperan que siga la prudencia fiscal pero con una mayor apertura al sector privado y la inversión extranjera.
Desde las cumbres andinas a la selva amazónica, poco más de 6 millones de bolivianos estaban convocados a las urnas a emitir su voto obligatorio, en medio de una nutrida presencia policial.
Morales, un indígena aimara de 54 años que gobierna un país donde los pueblos originarios son la mayoría de la población y que durante décadas fue sacudido por inestabilidad política, ha recuperado recursos para el Estado nacionalizando empresas en sectores clave como hidrocarburos, minería y telecomunicaciones.
Manteniendo la disciplina en las cuentas públicas en medio del auge en los precios del gas que exporta la nación, logró aumentar el gasto público, construir escuelas, carreteras y financiar planes sociales que ayudaron a bajar la pobreza en más de 15 puntos porcentuales, ganando una gran base de apoyo.
Aunque Morales con su discurso revolucionario llevó a Bolivia al club de países ‘antiimperialistas‘ que en la última década ha desafiado la influencia de Washington, se ganó al mismo tiempo los elogios de Wall Street por su manejo macroeconómico, que llevó al país a crecer a un promedio anual superior al 5 por ciento desde que asumió en el 2006.
Desde un centro de votación en la tropical zona selvática de El Chapare, donde cultivó hojas de coca de joven, Morales lanzó ayer críticas a sus opositores y llamó a los bolivianos a sufragar. ‘Vengo como uno más de los ciudadanos, hermanos y hermanas, a votar‘, sostuvo.
Evo logra aplastante reelección en Bolivia
Según el conteo rápido obtuvo el 60% de los votos frente al 24 de su inmediato perseguidor. Será el primero en gobernar el país por tres períodos consecutivos.

