Exportaciones clave de Chile, como la pasta celulósica, las frutas y el salmón fueron golpeadas por el gigantesco sismo que derrumbó parte de la infraestructura del país y desató tsunamis que arrasaron pueblos costeros agrícolas y pesqueros.
La recuperación de las deterioradas líneas de tensión, puertos y refinerías sigue siendo un riesgo para una de las economías más estables de la región.
Los consumidores de manzanas -Chile es el tercer exportador global-, vinos y papel podrían ver un incremento de los precios durante las arduas tareas de recuperación que hay por delante.
El grupo industrial Fedefruta dijo que la caída de líneas de electricidad y la destrucción de carreteras podrían afectar la salida de frutas al exterior y que las exportaciones de manzanas caerían un 5 por ciento desde la pauta programada para el 2010 de 745.000 toneladas.
La catástrofe daño instalaciones para refrigerar la fruta fresca en las explotaciones, dijo ayer Rodrigo Echeverría, jefe de Fedefruta. "Esto es un estimado inicial luego del daño a las instalaciones agrícolas. Lo importante es prevenir que no tengamos más daños de producción", añadió.
Chile es también uno de los principales exportadores de uva de mesa del mundo, y si bien las plantaciones emergieron ilesas la inestabilidad en la provisión de energía podría interrumpir los sistemas de irrigación.
El país trasandino es el segundo productor mundial de salmón, un negocio que genera unos 2.000 millones de dólares de ingresos anuales, según datos de la asociación Sonapesca. Pero la mayoría de los criaderos de salmón están al sur de la zona más dañada.
El sector aún se está debatiendo por librarse de un virus que podría recortar sus exportaciones en un 40 por ciento durante el 2010, a 245.000 toneladas, informó en febrero el grupo industrial SalmonChile.
Los precios del papel subirían porque el terremoto deterioró las plantas de celulosa en la región de Bío Bío, interrumpiendo el suministro de uno de los mayores productores de celulosa del mundo.
También la emblemática industria vitivinícola chilena quedó golpeada: unos 125 millones de litros valorizados en 250 millones de dólares se perdieron cuando el temblor dio vuelta los toneles de almacenamiento y rompió barricas y botellas, dijo el jueves un importador estadounidense.