El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó ayer ligeramente a la baja la previsión de crecimiento de Latinoamérica y el Caribe, que situó en el 4,6% para 2011 y en el 4,1% para 2012, una décima menos que lo que esperaba hace unos dos meses.
No obstante, el crecimiento permanece “robusto” en el conjunto de la región, según la última actualización del FMI, con Sudamérica como motor de desarrollo gracias a “los altos precios de las materias primas y fáciles condiciones de financiación externa”.

Estas condiciones favorables para la economía latinoamericana, advierte el Fondo, conllevan también sus riesgos, puesto que si “no son revisadas, podrían llevar pronto al sobrecalentamiento” económico.

Como signos de estos problemas futuros, cita “el incremento de la inflación, la ampliación de los déficit de cuenta corriente y el crecimiento del crédito”.

Pese a ello, el organismo multilateral mantuvo las previsiones de crecimiento para 2011 sin grandes variaciones para la mayoría de los países de la región.

Sólo Brasil ve reducidos sus pronósticos de crecimiento hasta el 4,1% en 2011, cuatro décimas menos que lo vaticinado en abril, y el 3,6% en 2012, cinco décimas por debajo de las últimas previsiones.

En Sudamérica, Perú, con un 6,6%; Chile, con un 6,2%, y Colombia, con un 4,6%, registran los mejores pronósticos.

En tanto, el FMI indicó que Centroamérica, aunque muestra una “consolidación de su recuperación económica”, sigue “constreñida por sus fuertes lazos con economías de lento crecimiento, como EEUU”.

Panamá prevé registrar crecimientos sostenidos de más del 7 % en 2011 y 2012, y la economía costarricense también parece consolidar su mejoría por encima del 4% en ambos años.

Por otra parte, el FMI redujo su proyección para el crecimiento de la economía estadounidense y advirtió a Washington y a otras economías endeudadas de Europa que están “jugando con fuego”, a menos que tomen medidas inmediatas para reducir sus déficits.