Felipe Cruzat, el niño al que le fue implantado un corazón artificial evoluciona "muy favorablemente", según los médicos que lo intervinieron el viernes. El dispositivo, prestado por el Hospital Garrahan, permitirá a Felipe, de 11 años, estabilizarse hasta que consigan un donante de corazón, a raíz de un cuadro irreversible.
