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En una elección presidencial histórica, el líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador se impuso en México por una amplia ventaja según las primeras encuestas a boca de urna, y le imprimió un giro ideológico inédito a la segunda economía de América latina, impulsado por el hartazgo de los mexicanos con la corrupción, la violencia y la desigualdad, y su palpablefrustración con los partidos políticos tradicionales.

 

López Obrador, "AMLO", como es conocido aquí, líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se imponía en la contienda electoral para suceder al presidenteEnrique Peña Nieto y obtendría entre el 53 y el 53,8% de los votos según las cifras preliminares difundidas por el Instituto Nacional Electoral (INE).

 

AMLO sacaba una amplísima ventaja sobre sus rivales directos, Ricardo Anaya, candidato de una coalición liderada por el derechista Partido de Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien captó entre el 22,1 y el 22,8%, y José Antonio Meade, el candidato oficialista del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien tendría un respaldo de entre el 15,7 y el 16,3 por ciento. Ambos candidatos reconocieron rápidamente su derrota apenas se conocieron los sondeos a boca de urna.

 

Con la concesión de la victoria por parte de ambos rivales, López Obrador se convertirá en el próximo presidente de México, y llevará a la izquierda al poder por primera vez en democracia con un mandato para desplegar una "transformación radical". Su principal promesa fue erradicar la corrupción.

 

Mientras el INE confirmaba la tendencia de las encuestas, decenas de miles de mexicanos celebraban en el Zócalo, en el centro de la ciudad, donde se reunieron a festejar el nuevo panorama político que dejaban las urnas. Otros sondeos pronosticaban que la coalición de López Obrador, Juntos Haremos Historia, integrada por Morena, la extrema izquierda y la extrema derecha, obtendría además el control del Congreso.

 

Tras una contienda teñida por la violencia, la "campaña sucia" y la polarización del país, López Obrador comenzó a retocar su discurso al ensayar un llamado a la unidad, al afirmar, luego de votar, que el país debía iniciar una "etapa de reconciliación nacional".

 

"Se va a decidir entre más de lo mismo, o un cambio verdadero", había anticipado López Obrador, al emitir su voto, ayer por la mañana. Era su tercer intento por la presidencia, tras las derrotas de 2006 y 2012.

 

Por la noche, ya triunfador, brindó un discurso ante la prensa en el Hotel Hilton con un fuerte tono conciliador, cargado de garantías que apuntaron a desterrar los temores que despertó su ascenso político. Prometió respetar las libertades individuales, la libertad de prensa y la ley, y la independencia del Banco de México.

 

"Llamo a todos los mexicanos a la reconciliación", abogó López Obrador.

 

Fuente: La Nación