Francisco realiza una visita oficial en Irlanda y, durante su discurso ante las autoridades políticas y civiles de ese país, reconoció su "vergüenza" y “el fracaso” de la Iglesia por no haber afrontado de forma adecuada los casos de abuso por parte del clero allí.
"El fracaso de las autoridades eclesiásticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros- al afrontar adecuadamente estos crímenes repugnantes ha suscitado justamente indignación y permanece como causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica. Yo mismo comparto estos sentimientos”, declaró el Sumo Pontífice en una intervención muy esperada sobre esta cuestión.
“No puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y de educarlos”, agregó el Papa.
También añadió: “Deseo que la gravedad de los escándalos de los abusos, que han hecho emerger las faltas de muchos, sirva para recalcar la importancia de la protección de los menores y de los adultos vulnerables por parte de toda la sociedad”.
Francisco, que realiza este viaje oficial a Irlanda 39 años después de que lo hiciera Juan Pablo II, fue recibido por una sociedad irlandesa que se encuentra en un momento de plena secularización y cuyo primer ministro Leo Varadkar es homosexual.
Allí, el Papa pidió a la población irlandesa que mantenga la fe. “Rezo para que Irlanda, mientras escucha la polifonía de la discusión político-social contemporánea, no olvide las vibrantes melodías del mensaje cristiano que han sustentado en el pasado y pueden seguir haciéndolo”, aseguró.