Durante una rueda de prensa que ofreció a bordo del avión en el que ayer regresó a Roma desde Corea del Sur, el papa Francisco dijo que está ‘dispuesto’ a viajar a Irak, donde el avance de extremistas islámicos produjo el retorno de los bombardeos de EEUU.

Francisco, que ayer concluyó una visita histórica de cinco días a Corea del Sur, afirmó que es ‘justo‘ detener a los agresores en Irak, pero ‘no bombardear‘, en alusión a las acciones aéreas que el Ejército estadounidense realiza desde hace más de una semana en el Norte de ese país, donde los islamistas atacaron a los kurdos y cristianos que viven en la zona.

‘Cuando hay una agresión justa es lícito detener al agresor injusto, pero no bombardear, no hacer una guerra. Los medios deben ser evaluados‘, indicó. El Papa, que envió como emisario al Norte de Irak al cardenal Fernando Filoni, advirtió que ‘una sola nación no puede juzgar cómo se detiene una agresión‘, en lo que pareció una alusión a EEUU.

Francisco advirtió que ‘esto es un deber de Naciones Unidas‘, organización a la que señaló como el foro apropiado para considerar el asunto. Afirmó que muchas ‘veces, con la excusa de detener a los agresores, las potencias se han apropiado de los pueblos y han realizado verdaderas guerras de conquista‘. Contó además a los periodistas que viajaban con él que pensó ir al Kurdistán, en el Norte de Irak, para dar su apoyo a las poblaciones cristianas y otras comunidades asediadas por los islamistas, pero que desistió ya que le desaconsejaron debido a que no es ‘lo mejor en estos momentos‘.

No obstante, aseguró que estaría dispuesto a viajar a esa zona para dar su apoyo a los que sufren: ‘en este momento, no sería lo mejor hacerlo pero estoy dispuesto a hacerlo‘, agregó. ‘Hay cristianos mártires, pero también hombres y mujeres que sufren y no sólo los cristianos. Todos somos iguales ante Dios‘.

Respecto a su salud y su descanso, el Papa explicó que pasó sus vacaciones en casa como siempre. ‘Tengo alguna neurosis y hay que curarla bien. La mía es que soy un poco apegado a mi hábitat. La última vez que fui de vacaciones, con la comunidad jesuita, fue en 1975‘, explicó. En este periodo de descanso en julio, Francisco relató que se dedicó a dormir más, a leer, escuchar música y rezar más. En su última jornada de ayer en Corea del Sur, pidió oraciones ‘para que surjan nuevas oportunidades para el diálogo‘. Eso fue en la catedral de Myeongdong de Seúl durante la misa ‘por la paz y la reconciliación‘.