
El papa Francisco dijo este martes que era “justo pedir perdón” y que sentía “dolor y vergüenza” ante el “daño irreparable” causado a los niños víctimas de abusos sexuales por parte del clero, en el discurso a las autoridades en el primer acto de su visita a este país.
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— Tele13 (@T13) 16 de enero de 2018
“Y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”, señaló desde el palacio de La Moneda.
Las palabras del papa provocaron un aplauso por las cerca 700 personas reunidas en el patio de Los Naranjos. “Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, dijo Francisco aunque no citó la palabra abusos.

La llegada de Francisco reavivó el escándalo de los curas pederastas y la organización Bishop Accountability publicó esta semana un listado con 80 sacerdotes, clérigos y una monja acusados de abusos sexuales a menores de edad en el país trasandino.
Además, los laicos de la diócesis de Osorno, en el sur de Chile, piden desde hace meses la destitución del obispo chileno Juan Barros, nombrado por el papa argentino, por sus vinculaciones con el encubrimiento de abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.

Karadima fue considerado en febrero de 2011 por el Vaticano culpable de cometer abusos sexuales y condenado a una vida de oración y penitencia.
