Buenos Aires, 26 de marzo.- Será después de las elecciones, como se había anunciado, pero antes de fin de año. Según pudo averiguar Clarín de altas fuentes de la Iglesia, el Papa Francisco vendrá a la Argentina en la primera quincena de diciembre. El viaje también incluiría a Chile y no se descarta que haga una escala en Uruguay. De esta forma, haría un periplo parecido al que hizo Juan Pablo II en su visita pastoral de 1987, cuando también visitó (en este orden) Uruguay, Chile y Argentina. Lo que aún es muy prematuro aventurar es qué puntos del país incluiría su visita.
Inicialmente, se había pensado que el Papa visitara la Argentina a mediados de año. Pero aparecieron dos trabas importantes: la primera, la coincidencia con la campaña por las elecciones legislativas de octubre, que incluyen una primera vuelta en agosto; la segunda, es que para julio habrá un encuentro de la juventud católica en Brasil y Francisco no quería restarle asistentes argentinos a ese encuentro internacional.
La decisión de viajar al país recién en diciembre contaría con el beneplácito del Gobierno de Cristina, preocupada desde un comienzo en que una eventual visita papal influyera en el ánimo de los votantes. Bergoglio, con sus homilías como jefe de la Iglesia argentina, había incomodado varias veces a los Kirchner, quienes lo identificaban casi como un referente opositor. Sin embargo, desde su nombramiento en el Vaticano descartaron cualquier intromisión de Francisco en un tema político interno de su país.
El domingo pasado, Domingo de Ramos, Francisco ya había anunciado un primer viaje a la región, más precisamente a Brasil. Lo hizo tras reunirse con la presidenta de ese país, Dilma Rousseff. El Papa estará allí para participar en Río de Janeiro de la Jornada Mundial de la Juventud. "Aguardo con alegría el próximo mes de julio en Río de Janeiro. Los cito en aquella gran ciudad", dijo Francisco, dirigiéndose a los jóvenes durante la homilía en la Plaza de San Pedro, días atrás, ante miles de fieles.