El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, llamó ayer a la resistencia y la unidad tanto en el país persa como en Medio Oriente para expulsar a Estados Unidos de la región, a la vez que instó a no confiar en Europa, en un clima de fuertes presiones internas y externas. Por primera vez en ocho años, el líder religioso pronunció el importante sermón del rezo del viernes en Teherán, un gesto que marca el delicado momento que atraviesa la República Islámica desde la reciente escalada militar con Washington.

"La resistencia debe continuar hasta que la región esté completamente libre de la tiranía del enemigo", recalcó Jamenei ante decenas de miles de personas. En un guiño a los vecinos árabes, aseguró que es "una gran mentira" que Irán provoque guerras en otros países islámicos y apeló, en cambio, a la unidad y la cooperación para hacer frente a Estados Unidos, que a su juicio intentó "crear discordias" y "controlar la región y sus riquezas".

"El mayor castigo para Estados Unidos será su salida de la región", apuntó el líder supremo, en referencia a la expulsión de las tropas estadounidenses de Medio Oriente, objetivo declarado por Irán tras el asesinato del poderoso general Qasem Soleimani el pasado 3 de enero, lo que generó una grave crisis entre Teherán y Washington y llevó a las fuerzas iraníes a atacar con misiles días después una base militar en Irak con presencia de soldados norteamericanos, algunos de los cuales resultaron heridos (dato que en un principio fue negado por el presidente Donald Trump y el Pentágono).

Jamenei dijo que ese ataque, al que Washington decidió responder con sanciones pero no con acciones militares, fue "un golpe duro contra Estados Unidos que rompió su prestigio y su arrogancia", a lo que la multitud respondió con gritos de "muerte a América".

Si bien en un principio el gobierno de Trump había señalado que los ataques iraníes no habían causado víctimas, el Pentágono reconoció ayer en un nuevo balance que varios soldados resultaron heridos. Según dicho informe, las autoridades identificaron que varios soldados mostraron algunos síntomas de posibles conmociones cerebrales por la fuerza del impacto de los misiles.

(Télam)