Buenos Aires, 6 de abril.- Torrenciales lluvias
causaron inundaciones y deslaves que han cobrado la vida de al
menos 95 personas en el estado brasileño de Río de Janeiro,
además de interrumpir el transporte público y paralizar
comercios y escuelas, dijeron autoridades el martes.
‘Estamos trabajando en diversos frentes y sin duda esos
números van a subir aún más‘, dijo un representante del Cuerpo
de Bomberos.
Fueron confirmados 41 decesos en la ciudad de Niterói y 39
en la capital. Otras ciudades afectadas fueron Sao Goncalo,
Nilópolis y Duque de Caixas, en la región metropolitana, y
Petrópolis, en la región montañosa del estado, informaron los
bomberos.
En la capital fluminense las escuelas cancelaron las clases
y las autoridades llamaron a la población a permanecer en sus
casas y abandonar las áreas de riesgo.
En Río de Janeiro se reportaron al menos 180 deslaves y aún
hay muchos desaparecidos.
Las fuertes lluvias que comenzaron el lunes son
consideradas las más fuertes de los últimos 30 años en la
ciudad y la previsión es que continúen durante todo el día.
Muchas personas no consiguieron volver a sus casas el
lunes, pues el transporte público fue afectado debido a
inundaciones registradas en varias partes de la capital y de la
región metropolitana.
‘La situación es crítica. Son vías muy inundadas y paradas.
La orientación para la gente es que no salga de casa y eviten
los desplazamientos‘, dijo en declaraciones por teléfono el
alcalde de Río, Eduardo Paes.
En una rueda de prensa posterior, Paes informó que cayeron
en promedio 288 milímetros de agua en la ciudad en menos de 24
horas y que hay al menos 10.000 residencias en lugares de
riesgo, principalmente en cerros y favelas.
‘Es la mayor lluvia entre las grandes tragedias de la
historia de Río de Janeiro‘, agregó Paes.
En un período de 12 horas entre el lunes y el martes llovió
lo que estaba previsto para todo el mes de abril, según el
instituto de meteorología Climatempo.
INUNDACIONES
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, canceló
una visita que realizaría al barrio Complexo do Alemao, en la
zona norte de Río de Janeiro, donde inauguraría obras del
gubernamental Programa de Aceleración del Crecimiento.
‘Las inundaciones afectan siempre a las personas que viven
en lugares pobres, en lugares inadecuados‘, dijo Lula a la
prensa en Río.
‘Tenemos que esperar a que pase la lluvia para cuidar de
las personas‘, añadió el mandatario, quien ofreció ayuda por
teléfono al alcalde Paes y al gobernador del estado de Río de
Janeiro, Sérgio Cabral.
La Laguna Rodrigo de Freitas, en la zona sur, se desbordó e
inundó pistas en su entorno. La Plaza de la Bandera se anegó al
inicio del temporal y cubrió varios automóviles que estaban en
el lugar o que trataban de cruzar por la región.
La calle Jardín Botánico, en la zona sur, y vías adyacentes
también estaban totalmente inundadas. Los habitantes de
Copacabana salían a trabajar el martes en la mañana caminando
con agua a la altura de las canillas en las principales calles
del barrio.
Equipos de apoyo y rescate de Defensa Civil y del Cuerpo de
Bomberos encontraban dificultades para llegar a los lugares de
mayor riesgo.
El puente Río-Niterói y los aeropuertos operan en forma
precaria.
‘Está todo parado desde hace muchas horas. Demoré horas
para tomar el autobús aquí en la Baixada Fluminense y cuando
entramos al puente, (el autobús) paró definitivamente. Ya llamé
a mi patrón y avisé que hoy no da para (ir a) trabajar‘, dijo
la trabajadora del aseo Zumira Santos.
El temporal tumbó árboles y comprometió el abastecimiento
de energía en varios puntos de la ciudad.
El Tribunal de Justicia del estado también canceló todas
las audiencias programadas en los juzgados de la ciudad y otros
órganos públicos suspendieron igualmente sus servicios.