El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mantuvo ayer la presión sobre el Congreso por la reforma sanitaria, luego de conocerse un aumento del número de personas que carecen de cobertura médica y un día después de un discurso que aumentó el apoyo público a su iniciativa prioritaria.
"No necesitamos más distracciones partidarias. Ya hablamos de esto hasta el cansancio. El tiempo de hablar se acaba", dijo Obama en un acto en la Casa Blanca.
Obama formuló declaraciones a la prensa, después de haber urgido el miércoles por la noche al Congreso a aprobar una reforma que extienda la cobertura médica a unos 50 millones de estadounidenses, mejore la de los que sí la poseen y rebaje sus costos.
El presidente fue el miércoles al Capitolio para dar nuevo impulso a la reforma del sistema de salud luego de un verano muy negativo para sus planes, y el vicepresidente Joe Biden dijo ayer que el mandatario logró su cometido con el discurso ante ambas cámaras legislativas, televisado a todo el país en horario central.
Un sondeo de CNN/Opinion Research Corp. que entrevistó a personas antes y después del discurso mostró ayer un apoyo a los planes de Obama de un 67% comparado con un 53% antes del mensaje.
Una de cada siete personas que vieron el discurso cambió su opinión sobre la reforma que impulsa Obama, mostró la encuesta.