Vándalos pintaron grafitis con spray sobre la impresionante estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, manchando el monumento mundialmente famoso en un acto que el alcalde local calificó como un "crimen contra la nación".

Los vándalos cubrieron la cabeza, brazos y pecho de la estatua de 40 metros, que domina las playas y montañas de Río de Janeiro, valiéndose de un andamiaje que había sido colocado para realizar trabajos de mantenimiento.

"Esos criminales pagarán por lo que han hecho. Irán a la cárcel", dijo ayer el alcalde de Río, Eduardo Paes, según el periódico O Globo. "Río de Janeiro y Brasil no se merecen esto", agregó.

El acceso a la estatua, una de las siete maravillas del mundo, había permanecido cerrado tras las recientes lluvias que causaron derrumbes de tierra en las vías de acceso a la cima del cerro Corcovado, donde se encuentra la estatua símbolo de la ciudad.

Entre las frases escritas se leía "Cuando el gato no está en casa, las ratas se divierten", así como también aparentes referencias a residentes de Río que murieron o desaparecieron en crímenes recientes. "¿Dónde está la ingeniera Patricia?", decía uno de los letreros en aparente referencia a una joven desaparecida en 2008 en un crimen que ha sido atribuido a policías.

Conocido el hecho de vandalismo, Eduardo Paes ordenó que las pintadas fueran limpiadas en un plazo de 48 horas. "Ya no hay más señales de las pintadas en el Cristo Redentor", informó en un comunicado la Compañía Municipal de Limpieza Urbana (Comlurb).

Según voceros de la alcaldía, un grupo de peritos de la Policía Federal estuvo en el Cristo para intentar descubrir pistas que permitan identificar a los autores del primer acto vandálico sufrido por el monumento en casi 80 años.

Río de Janeiro utilizó la imagen de la estatua, junto a las de playas y de la montaña Pan de Azúcar en su exitoso esfuerzo por convertirse en sede de los Juegos Olímpicos en el 2016.