El nuevo Museo de la Acrópolis fue inaugurado ayer en Atenas en medio de una gran expectativa y con la renovada esperanza de conseguir el retorno a Grecia de los mármoles del Partenón expoliados a principios del siglo XIX por el Reino Unido y que se exhiben en Londres.
En presencia de unos 300 invitados, como el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Duraro Barroso, y el secretario general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, el presidente griego Carolos Papulias, declaró que "ha llegado la hora de curar las heridas del monumento con el regreso de los frisos (expoliados)".
Barroso dijo que "después de tantos años de trabajo todos los países del mundo estaban esperando" el nuevo museo de la Acrópolis que esté "en plena armonía con la roca sagrada".
El moderno edificio de cristal, cemento y hierro, con 14.000 metros cuadros de espacio de exposición construido en el barrio Makriyanis, a 300 metros de la roca sagrada, alberga más de 4.000 piezas arqueológicas exclusivas de la Acrópolis y restos de las ciudades descubiertas durante las excavaciones.
El ministro griego de Cultura, Antonis Samaras, expresó en la ceremonia de inauguración su esperanza de que algún día esas valiosas piezas serán devueltas a su lugar de origen.
En un acto simbólico de reunificación, el ministro colocó el original de la cabeza de la diosa Iris sobre la copia de una metopa del Partenón que se encuentra en el Museo Británico de Londres.
"Las piezas que no se encuentran aquí, las que fueron expoliadas hace 207 años, volverán (…) los mármoles llaman a los mármoles", manifestó Samaras.
Grecia invirtió unos 130 millones de euros en nuevo museo.

