Los residentes de la pequeña isla de Guam, tienen miedo ante la amenaza que supone la descontrolada retórica bélica y explosiva de dos líderes poco confiables a la hora de la diplomacia: el norteamericano Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.

El régimen de Kim anunció que estaba examinando sus planes de atacar el territorio estadounidense, que tiene una importancia estratégica. Y Trump replicó con una lluvia de "fuego y furia nunca vistos", que dejó a todos petrificados en Washington.

Foto facilitada por el Departamento de Defensa de EE.UU. de una vista aérea de la base naval estadounidense en el puerto de Apra (Guam)./ EFE

En el medio, Guam, con una población de 162.896 personas. Situada en el Pacífico occidental, a unos 2.000 kilómetros al este de Filipinas, la pequeña isla pertenece a Estados Unidos desde 1898.

"El mensaje del presidente es preocupante e inútil y no establece una estrategia clara sobre cómo abordará las amenazas crecientes de Corea del Norte" Madeleine Bordallo, delegada de Guam en el Capitolio

Guam forma parte del archipiélago de las Marianas y no sólo es un popular destino turístico por sus playas de arena y sus arrecifes de coral, sino también una de las principales bases militares estadounidenses en la región.

Tiene una superficie de 544 kilómetros cuadrados y unos 160.000 habitantes.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Guam fue ocupada por Japón tras el ataque a Pearl Harbour en 1941 contra las tropas estadounidenses, pero tres años después fue recuperada por Estados Unidos y convertida en base militar permanente.

Importancia estratégica

Durante la Guerra de Corea (1950-1953) adquirió una gran importancia estratégica y en la de Vietnam sirvió como punto de partida de los ataques aéreos de las fuerzas estadounidenses.

Navegantes probablemente procedentes de Indonesia o Filipinas comenzaron ya hace unos 4.000 años a poblar la isla. Sus sucesores, el pueblo chamorro, conforman hoy en día la mayor parte de la población.

La isla fue descubierta por Fernando de Magallanes en el siglo XVI y se convirtió en escala de los barcos españoles en los siglos siguientes, que la colonizaron durante más de 300 años hasta su práctico abandono tras la independencia de México en 1810 y su cesión a Estados Unidos tras la guerra hispano-estadounidense de 1898. De la herencia española quedó el catolicismo y la lengua, ya que aunque no se habla español, los chamorros sí utilizan muchas palabras de esa lengua, al igual que ocurre en Filipinas.

Los habitantes de la isla, administrada por un gobernador, son ciudadanos estadounidenses, pero no pueden participar en las elecciones presidenciales, por ejemplo.

Aunque funcionarios locales restaron importancia a las amenazas norcoreanas, algunos residentes de la isla señalaron que ya no pueden ignorar la idea de ser un blanco potencial. Un conductor de autobús de 37 años señaló que está preocupado por su hijo y que podría marcharse de la isla.

"Preocupante e inútil"

Guam está acostumbrada a las amenazas de Corea del Norte, pero los avances de Pyongyang en su programa nuclear y la retórica incendiaria de Trump, agravó las preocupaciones sobre un conflicto entre las dos naciones con arsenal nuclear.

De hecho, la delegada de Guam en la Cámara de los Representantes de los Estados Unidos, Madeleine Bordallo, pidió hoy al presidente que trabaje con la comunidad internacional y China para evitar el conflicto con Pyongyang.

Bordallo, que no cuenta con derecho a voto en el Congreso, criticó la actitud del mandatario estadounidense.

El mensaje del presidente es "preocupante e inútil y no establece una estrategia clara sobre cómo abordará las amenazas crecientes de Corea del Norte", apuntó la congresista en un comunicado en el que urge a no tolerar el comportamiento "temerario" del líder asiático.