La remota nación insular de Palau en el Pacífico Sur aceptó ayer recibir a los 17 chinos musulmanes presos en la cárcel de Guantánamo cuando ésta sea clausurada. Así lo confirmó su presidente, Johnson Toribiong, quien precisó que se trata de un gesto humanitario para evitar que los reclusos sean devueltos a China, donde serán perseguidos por separatistas.
