La Paz, 1 de diciembre (Télam).- El Organo Electoral Plurinacional (OEP) de Bolivia autorizó hoy a votar a 400.000 ciudadanos "observados", mientras el presidente, Evo Morales, prometió reformar la Justicia y advirtió que su principal oponente, Manfred Reyes Villa, terminará preso.

El OEP levantó una resolución que observaba a 400.671 ciudadanos bolivianos y condicionaba su derecho a votar en las elecciones del próximo domingo, anunció el vocal de la Corte Electoral de Santa Cruz, Víctor Hugo Claure, citado por la Agencia Boliviana de Información (ABI).

"Una reunión de sala plena con siete de las nueve cortes (excepto Oruro y Potosí que se expresaron anticipadamente en igual sentido), dieron su opinión de que debe levantarse toda restricción a los ciudadanos que fueron observados para que puedan votar con toda libertad el 6 de diciembre", anunció.

Esa decisión se produjo luego de que la Confederación Sindical nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) amenazó con cercar al OEP y a las Cortes Departamentales Electorales si no se solucionaba la situación de los ciudadanos observados hasta esta noche, informó en conferencia de prensa el segundo secretario general de esa organización, Remigio Mendoza.

Por su parte, el presidente Morales, en declaraciones a la prensa extranjera recogidas por la agencia italiana ANSA afirmó que "vamos a cambiar la Justicia y los dos van a estar en la cárcel", en referencia a sus dos principales oponentes electorales, los ex prefectos Manfred Reyes Villa y su candidato a vice, el ya preso Leopoldo Fernández.

La candidatura de Fernández "es para salir de la cárcel y la de Manfred es para no entrar a la cárcel. Recuerden, van a ver eso. Digo que son delincuentes porque se robaron la plata del pueblo", añadió Morales.

El mandatario también dijo que "con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca sólo varió el color de la piel respecto a quienes le antecedieron".

"Estaba en mano del presidente estadounidense devolver la democracia a Honduras, tal y como desea el pueblo hondureño, pero prefirió apoyar un proceso electoral realizado bajo un régimen golpista", acotó Morales, citado por la agencia cubana Prensa Latina.

Agregó que "el golpe de Estado (del 28 de junio en Honduras) es una amenaza imperial para otros pueblos del continente que decidieron nuevos rumbos y procesos de cambio".

Morales también se declaró convencido de que para justificar la presencia de sus militares en bases colombiana, Washington fomentó el aumento del narcotráfico en ese país.

"Yo estoy convencido de que Estados Unidos hace crecer el narcotráfico en Colombia para justificar una base militar", enfatizó Morales, citado por la televisora regional Telesur.

Ratificó luego que las bases militares son, en realidad, una "invasión a Sudamérica", por lo que países como Venezuela, Ecuador y Bolivia han manifestado su rechazo al acuerdo militar firmado entre Washington y Bogotá el pasado 30 de octubre.

Por su parte, el candidato presidencial de la agrupación Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN), Reyes Villa, que fue capitán del ejército, alcalde de Cochabamba y prefecto de ese departamento (provincia) revocado de su cargo por un referendo popular en el 2008, prometió acabar con el "totalitarismo" del gobierno de Morales.

La última encuesta de Ipsos, publicada por el diario paceño La Razón, que otorga a Morales un 55 por ciento de las preferencias, y con una suba de tres puntos respecto a otro estudio previo de octubre, muestra a Reyes Villa, su principal contendiente, con 18 por ciento y con una baja similar respecto al mismo sondeo.

Reyes Villa y Fernández, encarcelado y acusado de asesinato de al menos 13 campesinos en Pando, departamento del cual era prefecto, buscan representar con su candidatura a las "víctimas" del "desmantelamiento del Estado de Derecho" que, en opinión del binomio opositor, ha provocado Morales y pretenden así atraer el voto de los descontentos con el gobierno.

Sin embargo, el primer presidente indígena de Bolivia, ha logrado penetrar durante esta campaña electoral en la rica región de Santa Cruz, un baluarte de la oposición que hasta el año pasado el mandatario no podía pisar y en la que, según la encuesta citada, el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) está en empate técnico con el opositor PPB-CN.

Para Alejandro Colanzi, diputado de la centroderechista Unidad Nacional (UN), que aparece como tercera fuerza en aquella encuesta con 10 por ciento de las preferencias, "el paisaje político en un año cambió completamente en Santa Cruz. Entre 2007 y 2008 se jugó el punto más alto de una confrontación, lo que era una forma de suicidio".