En un año que comenzó con un terremoto que desgarró su territorio y provocó unos 300 mil muertos y termina con una epidemia de cólera que causa más muerte y desolación aún, Haití irá hoy a elecciones presidenciales para definir quién sucederá a René Préval, aunque el líder centroizquierdista Jean Bertrand-Aristide permanezca proscripto.

Este país, que alguna vez fue la mitad de la isla La Española -compartida con Dominicana- y fue el primero de América en declarar su independencia y la abolición de la esclavitud, es al mismo tiempo la nación más castigada y pobre del continente, con una historia muy complicada en la que en 200 años apenas cuatro presidentes lograron terminar sus mandatos.

La última encuesta conocida, de la Oficina de Investigaciones en Informática y en Desarrollo Económico-Social (BRIDES, por sus siglas en francés), indica que la candidata del conservador partido RDNP, Mirlande Manigat, se mantiene al frente, aunque existen altas chances de que su triunfo no evite una segunda vuelta.

Manigat conseguiría el domingo el 36 por ciento de los votos, delante del oficialista Jude Célestin, de Inité, que logra el 20,1, en tanto en tercer lugar se ubica la estrella de la popular música kompa Michel "Sweet Micky" Martelly, con el 14,2 por ciento. Los comicios están precedidos por violentos reclamos callejeros por la supuesta responsabilidad de los soldados nepaleses de la fuerza de paz establecida por la ONU, la MINUSTAH, de haber traído el virus del cólera que ha originado una epidemia que ya provocó la muerte de unos 1.500 haitianos.

Luego de los primeros choques, las tropas de paz de la ONU dejaron de patrullar las calles de Puerto Príncipe.