Buenos Aires, 23 de Marzo.-

El Papa Francisco llegó este sábado a bordo de un helicóptero a Castelgandolfo, a las afueras de Roma, para visitar a Benedicto XVI, un encuentro histórico e inédito entre un papa reinante y un papa emérito.

Francisco despegó hacia el mediodía en helicóptero desde el helipuerto del Vaticano y aterrizó quince minutos después en Castelgandolfo, residencia provisional de Benedicto XVI, a donde se retiró para meditar y rezar desde que hizo efectiva su renuncia el pasado 28 de febrero.

Allí, el nuevo pontífice almorzará con el papa emérito y regresará al Vaticano tras el almuerzo. Esta es la primera vez que se verán desde que el cardenal Jorge Bergoglio, de 76 años, fue elegido papa el 13 de marzo, aunque ya han hablado por teléfono en varias ocasiones en estos días.

Francisco lo llamó justo después de ser elegido por los cardenales en el cónclave y también el pasado día 19 festividad de San José. El nombre de pila de Benedicto XVI es Joseph (José).

En estos días, el papa Francisco en todos los discursos que ha pronunciado siempre ha tenido palabras de afecto para Ratzinger al que siempre llama "mi Predecesor, el querido y venerado papa Benedicto XVI".

En su primera aparición en el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro dijo: "Recemos por nuestro obispo emérito Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie".

En la audiencia que concedió a los cardenales el 15 de marzo subrayó que Benedicto XVI "ha enriquecido la Iglesia con su magisterio de fe, humildad y docilidad" y destacó su "gesto valeroso y humilde", sobre la renuncia.

También durante el encuentro que mantuvo con la prensa de todo el mundo tuvo palabras de recuerdo para Benedicto XVI, y el pasado día 19, durante la misa de inicio de pontificado dijo que era una coincidencia "muy rica de significado" que fuese la onomástica "de mi venerado predecesor, al que estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud".

Benedicto XVI, de casi 86 años, se encuentra en Castel Gandolfo, en espera de que se terminen las obras de reestructuración del monasterio en el interior de los Jardines vaticanos donde vivirá tras su renuncia el pasado 28 de febrero.