Hasta una hora y media de fila han llegado a tolerar algunos interesados en visitar una exposición en Berlín (Alemania) sobre la figura de Adolf Hitler. Bajo el título "Hitler y los alemanes. Comunidad y Crimen", la muestra supone la primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en que una exposición en Alemania tiene a la figura del "Führer" como foco.
Más de 10.000 personas han visitado la exposición que se desarrollará hasta el próximo 6 de febrero en el Museo de Historia Alemana de Berlín. Allí pueden apreciarse desde uniformes de las SS (escuadrones de defensa) y la Gestapo (inteligencia nazi) hasta bustos y fotografías de Hitler, además de una colección de medallas nazis. Todo se combina con textos y videos explicativos en un espacio que supera los 1.000 metros cuadrados.
Dividida en tres partes, la exposición recoge por orden cronológico y a través de más de un millar de objetos, los factores que llevaron a Hitler al poder. En "Hitler y los alemanes" el visitante se sumerge en un mundo de propaganda nazi, con carteles y fotos con Hitler como protagonista y donde el símbolo de la esvástica aparece desde en cajas de tabaco hasta en farolillos festivos, pasando por los carritos para repartir el diario del partido "Völkischer Beobachter".
La exhibición muestra también tapices gigantes regalados a Hitler y bordados a mano por grupos juveniles y eclesiásticos, soldaditos nazis de plomo, álbumes de fotos privados y juegos de mesa de la época.
Pero además, la exposición también refleja el creciente odio racial y la discriminación que se llevaba a cabo. Así, llama la atención alguno de los carteles expuestos, en los que comparando la foto de un niño discapacitado y la de un atleta, se alerta sobre los peligros demográficos para la raza si los "retrasados" tienen más hijos que los otros.
También se incluyen algunos uniformes utilizados por los judíos en los campos de concentración, las estrellas de tela con la que se los marcaba y hasta una serie de dibujos realizados por niños recluidos en campos de concentración.
La exposición, que comenzó el viernes pasado, ya fue visitada por 4.000 personas en el primer día. Pero la muestra ha generado temores de que termine convirtiéndose en un centro de peregrinaje para los neonazis ante la cantidad de objetos expuestos. La exhibición, que según sus comisarios "no pretende ofender a nadie", acaba con un repaso a la figura de Hitler y del nazismo que se ha realizado a través de películas y de publicaciones desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días.
Los elementos del Museo de Historia Alemana de Berlín indican cómo, ante una época de crisis, los alemanes vieron en Hitler y sus promesas, apoyadas por un importante aparato propagandístico, una posibilidad de encontrar trabajo y prosperar.

