El presidente de EEUU, Barack Obama, rindió ayer un homenaje a 18 miembros de las fuerzas de seguridad estadounidense muertos en Afganistán durante octubre, el mes más mortífero para las tropas norteamericanas en el país asiático. Los soldados y agentes muertos fueron repatriados y sus cuerpos arribaron en féretros envueltos con la bandera estadounidense.