El papa Benedicto XVI, quien anunció su dimisión a partir del 28 de febrero, celebrará hoy a las 17 (13 de Argentina) en la Basílica de San Pedro el rito de inicio de la cuaresma, el período penitencial que precede a la Pascua. Será, de este modo, la primera celebración oficial de Benedicto XVI luego de anunciar su dimisión, lo que sin lugar a dudas motivará la atención de toda la grey católica.
Además, las miradas están puestas en una audiencia pública que celebrará hoy por la mañana en el Aula Pablo VI del Vaticano, que será la primera ocasión en la que aparece en público tras el anuncio de la renuncia. Benedicto XVI tenía previsto acudir hoy por la tarde a la colina romana del Aventino para presidir los ritos del Miércoles de Ceniza, que abren el tiempo de Cuaresma, pero al final se harán en la basílica de San Pedro del Vaticano para que puedan asistir más fieles.
El domingo próximo se retirará en ejercicios espirituales, hasta el sábado 23, como tenía previsto, y el 27 de febrero celebrará la que será la última audiencia pública del Pontificado. Lombardi dijo que se celebrará en la plaza de San Pedro para permitir que los fieles puedan asistir a la misma y despedir al Papa.
Por las calles de Roma, la renuncia del Papa no ha dejado indiferente ni a católicos, ni ateos ni agnósticos. Desde el Lungotevere, Plaza Navona, Campo di Fiori o Plaza Farnese los romanos y turistas leen los periódicos con grandes
portadas sobre la renuncia del Papa el próximo 28 de febrero en las terrazas en un día soleado, a diferencia de la jornada desapacible del lunes en la que un rayo cayó sobre la cúpula de San Pedro.
‘Creo que estaba realmente cansado. Ha sido un hombre que ha querido reformar la Iglesia y ha sufrido muchas presiones. Pero el hecho de retirarse es un acto heroico‘, dijo Patrizia Porpora, atea, de 56 años, y dueña de la Librería Española en la Plaza Navona, al reflexionar sobre la decisión de Benedicto XVI.
Para el portero de un palacio en la Plaza Farnese, Ernesto Calcagni, de 54 años, ‘Benedicto XVI me parecía frío y distante. Sin embargo, tras la sorpresa (del lunes) he vuelto a creer en este Papa’.