En una nueva jornada de protestas por el crimen racista de George Floyd, Nueva York vivió escenas de tensión en la noche del domingo. Miles de personas salieron a las calles, donde protagonizaron violentos cruces con la Policía. También hubo incidentes y enfrentamientos en Washington.

Las manifestaciones se iniciaron después del asesinato de Floyd a manos de un oficial policial, ocurrido el lunes en Minneapolis. El repudio se extendió a decenas de ciudades de los Estados Unidos y, con el correr de los días, el gobierno de Donald Trump elevó el tono mensaje de confrontación.

La violencia escaló el sábado en Minneapolis, Los Ángeles, Washington y Nueva York, donde dos vehículos policiales embistieron a manifestantes.

Este domingo, sin embargo, se vivió un nuevo pico en la confrontación, con cientos de efectivos en las calles de Nueva York, en la que se multiplicaron las expresiones de repudio al crimen de Floyd.

En las primeras horas, los grupos avanzaron de forma pacífica hacia las zonas céntricas de la ciudad. A su paso, incluso, algunos policías se sumaron a las expresiones de repudio contra el racismo, tal como registraron usuarios de Facebook.

La escena fue recogida por el gobernador Andrew Cuomo ("Así es como empieza el cambio") y por el alcalde Bill de Blasio ("Esto es lo que sucede cuando la policía y la comunidad respetan su humanidad").

Las manifestaciones se desbordaron en la noche del domingo, con cruces entre algunas de las personas que protestan por el odio racial y la Policía en el Bajo Manhattan.

Un grupo saqueó y destrozó comercios de moda como las de Lululemon, Aldo, Balenciaga o Coach, y atravesaron Washington Square en dirección a la Quinta Avenida. Allí entraron a locales de electrónica como Best By o de moda deportiva como The North Face.

Luego quemaron tachos de basura y hasta un auto policial. Volaron piedras y gases lacrimógenos.

También hubo disturbios y detenciones en las inmediaciones del Barclays Center, en Brooklyn.

Un día antes, en Manhattan había sido detenida la hija del alcalde De Blasio. 

Chiara, de 25 años y fruto del matrimonio del alcalde con Chirlane MacGracy, afroamericana, se encontraba con un grupo de un centenar de manifestantes, algunos del los cuales también fueron arrestados en la intersección de la calle 12 con Broadway.

Según los informes policiales, Chiara de Blasio habría participado en una "asamblea ilegal" de manifestantes en el Bajo Manhattan y el arresto se produjo una hora antes de que su padre, el alcalde de la Gran Manzana, dijese a los manifestantes que era "hora de irse a casa" para evitar altercados.

Nueva York es una de las pocas grandes ciudades que no decretaron el toque de queda, a pesar de que hubo un total de 730 personas detenciones desde el inicio de las protestas.

Esa medida, que busca frenar las manifestaciones, sí fue puesta en práctica en cuarenta ciudades: Washington, Los Ángeles, San Francisco,Beverly Hills, Denver, Miami, Orlando, Atlanta, Chicago, Indianápolis, Louisville, Detroit, Kansas, Cleveland, Seattle, Filadelfia, Portland, Dallas y San Antonio, entre otras.

"Necesitamos transformar el odio y la energía en un cambio real y positivo. Solo de esta manera este momento será un tiempo diferente", escribió el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.

A minutos del inicio del toque de queda (rige entre las 23 y las 6), en Washington se repitieron los enfrentamientos con la Policía en cercanías de la Casa Blanca. A metros de allí, los bomberos tuvieron que apagar las llamas en un subsuelo de la Iglesia Episcopal St. John's.

 en Minneapolis, que se encuentra en estado de emergencia, las protestas fueron pacíficas. Sin embargo, un camión cisterna arremetió contra un grupo de manifestantes. Al llegar al límite horario de las 23, la Policía arrestó a 150 personas que desafiaban el toque de queda en la esquina donde murió Floyd.

El sábado, Joe Biden, candidato a presidente por el Partido Demócrata, apoyó las reivindicaciones de la comunidad afroamericana, pero condenó la violencia de las protestas.

Asimismo, por la tarde, manifestantes en diferentes puntos del país pidieron que se evitaran incidentes en las marchas del domingo.

En cambio, Donald Trump amenazó amenazó con --y concretó-- la participación de la Guardia Nacional, al tiempo que impulsa la salida del Ejército a las calles.