El interminable proceso de adhesión de Venezuela al Mercosur y los ya tradicionales embates proteccionistas en el seno del grupo, renovados ahora con la crisis internacional, centran la cumbre del bloque de mañana en Montevideo en la que se firmará el tratado de libre comercio con Palestina.

Será el primer viaje oficial de la nueva gestión de la presidenta Cristina Fernández que estará acompañada por su flamante ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

El presidente anfitrión, José ‘Pepe’ Mujica, que entregará a la Argentina la presidencia pro témpore, ha puesto sobre la mesa la discusión la polémica y poco clara iniciativa para permitir por vía rápida la inclusión definitiva de la Venezuela liderada por Hugo Chávez.

Mujica ha señalado que quiere una ‘revisión del criterio jurídico‘ del bloque, porque ‘así como está no permite el ingreso de Venezuela‘, lo que ha sido interpretado como una reforma del tratado constitutivo.

Seis años en el freezer
En 2006 los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay autorizaron la adhesión de Venezuela, que posteriormente fue ratificada por los parlamentos de todos los países menos el paraguayo, controlado por la oposición y que se niega a hacerlo porque considera que con Chávez no existe en Venezuela una democracia plena.

El mandatario uruguayo asegura ahora contar con el respaldo de la argentina Cristina Fernández y la brasileña Dilma Roussef, cuyo asesor de Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, reconoció esta semana que existe ‘malestar‘ en el Mercosur por ‘la tardanza‘ del Parlamento paraguayo en ratificar la adhesión venezolana.

Por su parte el Gobierno del paraguayo Fernando Lugo dice compartir la inquietud de Mujica pero la última palabra la tiene el Legislativo guaraní, donde la oposición ya ha catalogado de ‘inviable‘. El argumento de los legisladores de la oposición es que la propuesta ‘violenta la seguridad jurídica’.

Proteccionismo
El país anfitrión sí planteará la necesidad de mejorar ‘las condiciones de acceso a los mercados‘ entre los países del bloque ante los renovados embates proteccionistas de los grandes socios, Argentina y Brasil.Como presidente del bloque, Uruguay aspira también a que se ‘consolide‘ la unión aduanera, ‘evitar‘ las restricciones no arancelarias y ‘avanzar en la eliminación‘ del doble cobro del arancel externo común, agregaron.

La primera etapa de ese último proceso se debe iniciar el 1 de enero de 2012 y por ello en la cumbre tiene que haber un ‘avance significativo‘ en esa dirección, afirmó el secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), Carlos ‘Chacho‘ Alvarez.

Pero las barreras comerciales aparecen como el punto más espinoso y ya tiene varios ejemplos.

Los uruguayos han denunciado problemas para exportar a Argentina textiles, libros y plásticos, y para vender a Brasil productos del sector papelero y automotriz. Paraguay, entre otras reclamaciones, ha demandado a Argentina ante el Parlamento del Mercosur (Parlasur) por impedir el libre tránsito de energía paraguaya a Uruguay.