Nunca se recuperó de esa derrota militar. El emperador francés Napoleón Bonaparte reconoció poco antes de morir que la guerra contra Rusia, iniciada el 24 de junio de 1812, era uno de los errores más graves de su carrera militar. Napoleón, considerado uno de los estrategas más importantes de la historia, murió a los 51 años, el 5 de mayo de 1821, en una cárcel de la isla de Santa Elena, antigua colonia británica, en el Océano Atlántico.
Hace 200 años, montado en un caballo blanco, recorría la orilla del río Niemen, cuyas aguas conforman la frontera rusa, señala Albert Manfred en su libro sobre Napoleón Bonaparte. El historiador ruso dice que Francia invadió Rusia tras agravios y malentendidos entre Napoleón y el zar Alejandro I.
La guerra tenía algunas causas económicas y políticas. Entre ellas, la pretensión de Napoleón de poner a Europa bajo su dominio. Por otro lado, la negación del zar Alejandro I de mantener el bloqueo contra Inglaterra, tal como le reclamaba Napoleón.
Los destinos de muchos países y pueblos se decidían en esta guerra. Rusia constituía la última barrera en el camino de Napoleón hacia la dominación europea y, finalmente, hacia la dominación mundial. Si el emperador convertía a Rusia en su satélite, podía actuar sin temor a las amenazas por parte de Inglaterra y planificar su consiguiente expansión en Asia. Para Rusia, 1812 fue un año triunfal. El país se levantó contra las ideas revolucionarias que el ejército de Napoleón difundía por Europa. Así, Rusia contribuyó a conservar el orden mundial existente.
EL MAYOR EJÉRCITO
Cuando Napoleón invadió Rusia, ya había conquistado la mayor parte de Europa. Con más de medio millón de soldados, Napoleón entró a Rusia a la cabeza del mayor ejército visto hasta entonces. Los rusos, bajo el mando del mariscal Mijail Kutuzov, no tenían chance de vencerlo en una batalla. Así, iniciaron una retirada estratégica, devastando la tierra y asediando los flancos de los franceses.
Ese verano, las tropas napoleónicas comenzaron a ralear. El 7 de setiembre ambos ejércitos se enfrentaron en Borodino, protagonizando una de las batallas más sangrientas. Murieron 108.000 hombres, pero ningún bando se consideró victorioso. El numero de muertos en Borodino fue elevadísimo: el más alto en un solo día de la historia hasta aquel momento (calculan que murieron 54 mil franceses).
Kutuzov retiró sus tropas y empujó a los habitantes de Moscú al éxodo. Antes de abandonar la ciudad, los moscovitas quemaron los principales edificios y saquearon casas y negocios. Al llegar, los franceses hallaron una ciudad vacía, helada y sin provisiones. Sin poder negociar con el zar, Napoleón ordenó el regreso de sus tropas, que sufrieron frío, hambre y enfermedades. Las vencidas tropas napoleónicas cruzaron finalmente el río Niemen, el 14 de diciembre de 1812.
Sólo 30.000 hombres sobrevivieron. Fue una derrota para Napoleón, y Rusia emergió como un poder decisivo en la Europa posnapoleónica.
Según historiadores, el invierno resultó fatal para las tropas napoleónicas, pero otros informes mencionan que antes de la llegada de la estación más fría del año ya habían muerto más de un tercio de sus soldados por desnutrición y varias enfermedades.
La invasión napoleónica es considerada por los rusos como la ‘Guerra Patriótica‘, mientras que la Segunda Guerra Mundial es denominada la ‘Gran Guerra patriótica‘. Napoleón nunca se recuperó de esta derrota militar. Se estima que sólo un 20 por ciento de sus hombres sobrevivieron a la campaña rusa.
El historiador señala que Napoleón reconoció poco antes de morir que ‘la guerra contra Rusia había sido una de los más graves, un error fatal, con consecuencias trágicas‘. Tras ser derrotado en la batalla de Waterloo, Bélgica, el 18 de junio de 1815, Napoleón fue recluido por los británicos en la isla de Santa Elena. Allí, alejado de Francia, murió el creador del Código Civil y el vencedor de al menos 40 batallas.