La hipótesis de que el exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia fueron contaminados en su casa de Salisbury es la nueva línea de trabajo de la unidad antiterrorista y los servicios de inteligencia británicos que investigan su envenenamiento por un gas nervioso y su “intento de asesinato”. 
 

Cuando 100 militares de los Marines y la Royal Air Force con entrenamiento en guerra química se han desplazado esta mañana a Salisbury para ayudar en la investigación y analizar los riesgos de contaminación en el centro de la ciudad, el policía Nick Bailey habló. Explicó que su envenenamiento se produjo cuando reconstruyó el camino hecho por el espía y llegó a su casa el pasado 4 de marzo. Hay 21 personas tratadas por la contaminación pero solo Skripal, su hija y Bailey continúan hospitalizados.
 

La ministra del interior, Ambar Rudd, visitó al policía internado en la mañana del viernes en el hospital, el restaurante Zizzi donde comió el espía y su hija, y anunció la llegada de los militares y especialistas a Salisbury. Fueron desplazados para remover con seguridad vehículos, objetivos y material potencialmente contaminado de diferentes lugares del centro de la ciudad. Pidieron al público “no alarmarse” ante la presencia de estas fuerzas vestidas con trajes anticontaminantes. El “bajo riesgo para la población” continúa siendo el diagnóstico oficial.
 

Rudd dijo que su gobierno va a actuar “sin dudar” si un estado es responsable por el ataque con el agente nervioso. El Kremlin ha sido acusado por los medios británicos y los especialistas como el probable autor, ante la seguridad que “es un estado quien está detrás de este envenenamiento”, como antes fue el caso del ex espía ruso Litvinenko.
 

Hasta ahora se creía que el ataque al ex espía ruso y su hija se había producido en el banco del Shopping center y se especulaba con que un escuadrón de asesinos lo habría atacado al aire libre. Ahora la policía trata de reconstruir como fue administrado el gas nervioso.
 

Cuatro nuevas carpas forenses se han desplazado en el jardín y el frente de la casa de Skripal, a donde había llegado su hija Yulia el día antes de su contaminación desde Rusia, con “un paquete de un amigo” para su padre. Lo confirmó un taxista, que a pedido de Skripal, fue a buscar a Yulia al aeropuerto de Heathrow. La casa se ha transformado en el punto central de la investigación en estas horas. Se están buscando huellas digitales en su interior.
 

La nueva teoría es que Skripal podría haber ingerido el agente nervioso tras la llegada de su hija. Anoche las tumbas de su esposa Ludmila, muerta oficialmente de cáncer, y de su hijo Alexander, que falleció por un problema hepático, fueron aisladas en el cementerio de Salisbury y están siendo investigadas por la policía por muerte dudosa. Un policía hace guardia frente a ellas. Un hermano del espía también murió en Rusia en extrañas circunstancias, tras el refugio del coronel ruso en Gran Bretaña en el 2010, en un intercambio de espías con agentes “dormidos” rusos descubiertos en Estados Unidos.

LOS ESPÍAS, LAS VÍCTIMAS Y EL KREMLIN

Alexander Litvinenko.

● Ex oficial del antiguo servicio de Inteligencia ruso KGB, que huyó de Rusia tras denunciar las oscuras operaciones que realizaban. Se refugió en Londres junto a su familia. El 23 de noviembre de 2006 murió por envenenamiento radiactivo con Polonio 210. Se lo suministraron en una taza de té en un hotel céntrico londinense.

Viktor Yuschenko.

● Ex presidente de Ucrania. En 2004 fue envenenado con una sustancia cancerígena del tipo TCDD cuando intentaba competir en las elecciones. No alcanzaron a matarlo, pero las toxinas le trajeron graves consecuencias físicas. Su cara quedó desfigurada por las marcas y pústulas. La sustancia le fue suministrada en una comida con jefes de los servicios secretos ucranianos.

Anna Politkóvskaya.

● Una de las periodistas rusas más reconocidas a nivel mundial, que había expuesto las operaciones del Kremlin en varias ocasiones. Fue asesinada a balazos por un sicario en el ascensor de su departamento de Moscú, en octubre de 2006.

Pavel Sheremet.

● Periodista bielorruso muy crítico de Moscú, que se había refugiado en Kiev. Fue asesinado durante la crisis de Crimea. El 20 de julio de 2016 le colocaron una bomba “pegajosa” abajo de su auto, que estalló al detenerse en un semáforo.

Alexander Shchetinin.

● Periodista ruso y opositor al gobierno de Putin. Fue asesinado de un balazo en la cabeza cuando salió al balcón de su casa de Kiev, en agosto de 2016.

Denis Voronenkov.

● Ex legislador del Partido Comunista ruso ● Militante checheno que luchaba junto a los ucranianos contra los separatistas prorusos. Se cree que había pertenecido a los servicios rusos. El 8 de septiembre de 2017 hicieron volar su automóvil con una poderosa bomba cuando viajaba por el centro de Kiev.