El Parlamento iraní inicia hoy la sesión para conceder el voto de confianza al nuevo gabinete, lo que significa un examen de la capacidad de maniobra del presidente, Mahmud Ahmadineyad. El mandatario se enfrenta a una Cámara dividida, que se ha mostrado combativa y reticente a aceptar parte de sus propuestas ministeriales.
