El Gobierno irlandés presentó ayer su plan de ajuste para los próximos cuatro años, que prevé recortes en gastos de seguridad social por 2.800 millones de euros para el 2014, el ahorro de 1.200 millones con la eliminación de 24.750 empleados públicos y la subida generalizada de impuestos.

Las medidas las tomó Irlanda para cumplir con los términos necesarios para acceder a un rescate financiero que les otorgará el Fondo Monetario Internacional (FMI) en coordinación con la Unión Europea (UE). Es que los irlandeses se encuentran rodeados por fantasmas de bancarrota tras una crisis que se originó luego de que el sector bancario otorgara créditos inmobiliarios sin saber si sus clientes los podían pagar.

Después de Grecia, Irlanda se ha convertido en el segundo país de la zona euro en necesitar la ayuda financiera de sus socios para evitar una suspensión de pagos segura.

El plan de ajuste irlandés prevé elevar la edad jubilatoria, subir el precio de la matrícula universitaria de 1.500 a 2.000 euros, reducir el salario mínimo y aumentar el IVA del 21 al 23 por ciento.

Con estas medidas y otras que se irán añadiendo, el Ejecutivo de Dublín (Irlanda) confía en reducir el déficit público hasta el 9,1 por ciento del Producto Bruto Interno 2011, tras llegar este año al 32 por ciento como consecuencia de los 35.000 millones de euros inyectados en el sector bancario.

Sus objetivos se basan en análisis moderadamente optimistas, ya que calcula que la economía crecerá un 2,75 por ciento de promedio anual hasta 2014, lo que contradice la opinión de los mercados.

El "40 por ciento de los contenidos" del plan, que contempla recortes por valor de 15.000 millones de euros para lograr reducir el déficit público hasta el 3 por ciento del Producto Bruto Interno Bruto en 2014, se debe alcanzar en 2011, indicó el primer ministro irlandés, Brian Cowen.

El Estado, dijo, necesita ingresar durante los próximos cuatro años 10.000 millones de euros a través de la reducción del gasto público y otros 5.000 millones con una profunda reforma del régimen fiscal.

La primera fase del plan echará a andar el próximo 7 de diciembre en el Parlamento con la presentación de los presupuestos para 2011, cuya aprobación es clave para que Irlanda acceda al rescate.

En este sentido, Cowen confirmó que su Gobierno negocia con el FMI y la UE un paquete de ayudas de 85.000 millones de euros y, aunque precisó que esa cifra no es definitiva. Se calcula que unos 35.000 millones estarán destinados a sanear sus sistema bancario.

En las 140 páginas del plan de austeridad se establece la eliminación del 7 por ciento del total de la planta de empleados públicos. También se contempla que el salario mínimo interprofesional se reducirá en un euro hasta los 7,65 euros la hora, y que se incrementará el IVA hasta el 22 por ciento en 2013 y el 23 por ciento en 2014, lo que generará unos ingresos de unos 620 millones de euros.

El Gobierno espera que una mano de obra más barata abrirá el mercado laboral a los más jóvenes y contribuirá a reducir la actual tasa de desempleo del 13,5 al 10 por ciento en 2014.