Desde la cama del hospital, muy debilitado tras las dos cirugías a las que fue sometido desde que sufrió un atentado con cuchillo el 6 de septiembre, el candidato presidencial ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), realizó una transmisión en vivo en la que aprovechó para criticar a su rival del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, y alertó sobre un posible fraude en las elecciones brasileñas del 7 de octubre.

"La gran preocupación no es perder en el voto, es perder en el fraude. Esa posibilidad de fraude en la segunda vuelta electoral, tal vez hasta en la primera, es concreta", afirmó desde su cuenta en Facebook el polémico diputado, quien recién hoy dejó la unidad de terapia intensiva en el Hospital Albert Einstein, en San Pablo, y fue grabado en vivo por uno de sus hijos, Eduardo.

Visiblemente disminuido y emocionado -llegó a lagrimear al recordar las circunstancias del ataque de dos semanas atrás durante una manifestación callejera en Fuiz de Fora, Minas Gerais-, Bolsonaro se mostró preocupado por el meteórico ascenso en las encuestas de Haddad, el exalcalde de San Pablo que fue elegido por el PT para reemplazar al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, cuya candidatura fue impugnada por la justicia electoral por estar condenado en segunda instancia a 12 años de cárcel por corrupción.

Aunque los sondeos ubican a Bolsonaro aún en el tope de las preferencias, con un 26% de las intenciones de voto, en apenas una semana, Haddad, exministro de Educación de Lula, subió hasta empatar en el segundo puesto, con 13% de apoyos, con el candidato del Partido Democrático Brasileño (PDT), el exgobernador de Ceará Ciro Gomes. Las encuestas también apuntan que sea quien sea que pase al eventual ballotage del 28 de octubre, vencería al aspirante del PSL; pero con Haddad, Bolsonaro tendría las mejores chances (los números los muestran en un empate técnico para una segunda vuelta).

"Si Haddad es elegido presidente -y él ya dijo eso, y si no lo dijo, ustedes ya saben- firmará en el mismo minuto de su asunción el indulto de Lula, y al minuto siguiente lo nombrará jefe de Gabinete", pronosticó Bolsonaro. "Lo que está en juego no es mi futuro, sino el de los brasileños.hasta de quien vota por el PT", resaltó en un claro intento de polarizar aún más el escenario electoral.

Si bien los médicos le han recomendado reposo para recuperar sus fuerzas, Bolsonaro no ahorró energía en embestir contra Lula, el "presidiario de Curitiba". Según él, antes de terminar en prisión, el popular exmandatario ya tenía pensado una estrategia para quedar libre más adelante, luego de victimizarse: fraude en las elecciones para que gane el PT y luego ser indultado.

"¿Usted aceptaría pasivamente, bovinamente, ir a la cárcel? ¿No intentaría una fuga? Bien, si usted no intenta huir, con todo lo que tiene a su lado, es porque tiene un plan B. ¿Cuál es ese plan B de ese presidiario, de ese pobre hombre allí que robó todas nuestras esperanzas? No consigo pensar en otra cosa a no ser que ese plan B se materialice en un fraude", pergeñó el controvertido exmilitar, que se volvió en un fenómeno de las redes sociales con sus incendiarias declaraciones en contra de las mujeres, los gays, los negros, los indios y los refugiados.

No es la primera vez que Bolsonaro se refiere a la posibilidad de un fraude. Desde la Cámara de Diputados impulsó una iniciativa para sumar un comprobante impreso al voto a través de las urnas electrónicas, justamente para evitar la manipulación de los resultados. Y más temprano en la campaña, también advirtió que había "intereses políticos" que buscarían dejarlo fuera de la contienda en el ballotage a través de operaciones fraudulentas.