Buenos Aires, 11 de marzo.-El ministro de Economía, Comercio e Industria nipón, Banri Kaieda, admitió que la central Fukushima Nº1, en el noreste de la isla, podría tener una pequeña fuga de radiación. Ya desplazaron a 2 mil personas de las cercanías. El primer ministro Naoto Kan viajaría a la zona.
Una pequeña fuga de radiación podría producirse en la central nuclear de la prefectura de Fukushima, al noreste de Japón, duramente golpeada por el sismo del viernes, declaró el ministro de Industria, citado este sábado por agencias de prensa japonesas, mientras que el secretario del gabinete, Yukio Edano, dijo que la planta tuvo una avería mecánica en el sistema de refrigeración del reactor tras ser apagado durante el terremoto.
La medida fue cautelar y no hubo fuga radiactiva en la planta, a pesar de que ordenaron la evacuación de las poblaciones aledañas. "Adoptamos la medida para estar plenamente preparados para lo peor", indicó el funcionario. "Estamos haciendo todo lo posible para encarar la situación". Fue la primera vez que Japón declara el estado de emergencia en una planta nuclear.
Fukushima se encuentra en el sur de la prefectura (provincia) de Miyagi, donde estalló un incendio en otra planta nuclear. El incendio ocurrió en el edificio que alberga la turbina en una de las plantas eléctricas de Onagawa; el humo podía ser visto cuando escapaba del edificio, separado del reactor que alimenta la planta, dijo la empresa propietaria Tohoku Electric Power Co.
Un violento sismo de magnitud 8,8 se registró frente a la costa noroeste de Japón, a las 14.16, hora local, y provocó numerosos heridos en Tokio y Miyagi y olas de hasta cuatro metros de altura en las costas del Pacífico, anunció la Agencia meteorológica japonesa.
El sismo se produjo a 382 km al norte de Tokio, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos y fue seguido de una violenta réplica. En Tokio, situada a unos 380 km de distancia de la zona más afectada, hubo decenas de heridos al desplomarse el techo de un edificio donde 600 estudiantes asistían a una ceremonia de graduación.
El sismo causó "daños mayores", según informó el primer ministro, Naoto Kan. Sin embargo, aseguró que las instalaciones nucleoeléctricas en la zona no fueron perjudicadas y no había filtración de radiación. El principal vocero del Gobierno, Yukio Edano, anunció el envío de soldados a la zona afectada por el temblor para apoyar las acciones de asistencia.
En Tokio, donde los edificios temblaron durante dos minutos y la mayoría de los habitantes se precipitó a las calles, se registraron seis incendios. En la prefectura de Miyagi, situada cerca de la zona del terremoto, hubo numerosos heridos, indicó la Policía.
Al mismo tiempo, las cuatro plantas de energía nuclear japonesas más cercanas al sismo han sido cerradas en forma segura, dijo el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El OIEA, regulador nuclear de la ONU con sede en Viena, dijo que estaba buscando más información sobre qué países y plantas nucleares podrían estar en riesgo por el tsunami causado por el sismo.
El sismo se sintió con fuerza en las ciudades costeras. En la prefectura de Iwate, decenas de coches flotaban en las aguas del puerto y varios barcos estaban a la deriva. El tren de alta velocidad shinkansen se detuvo en el momento del sismo y el aeropuerto de Narita de la capital nipona dejó de funcionar.
Un gigantesco incendio se produjo en una refinería de la ciudad de Iichihara , en la región de Tokio, después del potente terremoto que azotó el noreste de Japón, según imágenes difundidas por la televisión.