Estados Unidos asestó ayer el mayor golpe jamás recibido por la "Cosa Nostra" en este país, gracias a la detención de más de cien personas en la región de Nueva York, que conjugaban "actividades típicamente mafiosas" con "asesinatos sin sentido alguno", afirmó el Fiscal General del país, Eric Holder.

"Esta operación, que sólo en Nueva York supone la detención o acusación de 127 criminales, es el mayor golpe contra la mafia en la historia de EEUU Es un importante y alentador paso contra la "Cosa Nostra", pero la realidad es que esta lucha está de lejos de acabar", advirtió Holder en una conferencia de prensa.

La operación realizada por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Policía de Nueva York, entre otras muchas entidades, ha permitido la detención de más de un centenar de miembros de todas las grandes familias mafiosas de la región, acusados de delitos como asesinato, narcotráfico, lavado de dinero, crimen organizado, extorsión, usura y juego ilegal.

"Prácticamente están implicadas todas las familias mafiosas. No ha habido incidentes destacados en las detenciones, que en gran parte han ocurrido en sus propias residencias", detalló en la misma conferencia Janice Fedarcyk, responsable del FBI en Nueva York.

Efectivamente, entre los detenidos hay miembros de los cinco grandes clanes de Nueva York -Gambino, Bonanno, Colombo, Genovese y Lucchese-, según Holder, quien añadió que algunos delitos se remontan a comienzos de la década del "80.

Además, se ha arrestado a otros acusados de pertenecer a la familia Patriarca de la región de Nueva Inglaterra y a la DeCavalcante de Nueva Jersey.

"Nuestra batalla contra el crimen organizado continuará. Queremos erradicar la violencia con la que actúan y el daño que hacen a la economía, con impuestos controlados por la mafia que afectan a pequeños negocios", apuntó Holder.

Estas familias tenían conexiones con sectores muy variados de la economía estadounidense, como la construcción o el transporte marítimo y actividades portuarias, donde, según el Fiscal General (secretario de Justicia) de EEUU, los trabajadores "eran obligados a dar parte de sus pagas extraordinarias a los mafiosos".

En la operación han participado unos ochocientos agentes federales, estatales y locales, que de mañana detuvieron a 110 personas, en su mayoría en el barrio neoyorquino de Brooklyn.