Joe Biden resurgió con sorpresiva fuerza este “Supermartes” como el candidato moderado para intentar remover en noviembre a Donald Trump de la Casa Blanca, al imponerse en 9 de los 14 estados en disputa sobre quien era hasta ahora el líder claro entre los demócratas, el socialista democrático Bernie Sanders.

En una interna que comenzó con 27 candidatos, la carrera ahora se despeja y se definirá entre dos: Biden y Sanders. Los postulantes buscan erigirse como la mejor opción para derrotar a Trump, pero representan dos visiones bien distintas para el futuro de los Estados Unidos.

Biden, el ex vicepresidente de Barack Obama, de 77 años, sostenía hasta hace pocos días una candidatura que parecía estar moribunda y a la que no llegaba dinero. Pero sorprendió en la noche del martes con una ola de triunfos en Virginia, Carolina del Norte, Oklahoma, Alabama, Arkansas, Tennessee, Masachussetts, Minnesota y Texas.

Sanders, de 78, que esperaba ampliar su cómodo liderazgo, se impuso solo en Colorado, Vermont (su estado), Utah y California, una pieza codiciada porque es el estado más votado. Maine permanecía en virtual empate hasta esta mañana de miércoles, con una leve ventaja para Biden.

“Estoy aquí para informarles: ¡Estamos muy vivos! No se equivoquen”, exclamó un eufórico Biden a la madrugada en un acto en Los Ángeles. “Hace unos días nos daban por muertos…Estamos creando una campaña que puede unir al partido y vencer a Donald Trump”.

Con los triunfos de Biden en varios estados a lo largo y ancho del país, la opción más moderada del partido tomó gran impulso en martes por la  noche frente al socialismo que propone Sanders, que está lejos del comunismo de la Guerra Fría y más bien cercano a los parámetros de países europeos como Dinamarca, pero que igualmente preocupa al establishment del partido.

Otro de los centristas, el ex alcalde neoyorquino Michael Bloomberg, que invirtió más de 500 millones de dólares en publicidad de su bolsillo y debutó recién en el “Supermartes” después de saltearse varias elecciones, consiguió apenas una victoria en el lejano territorio de Samoa Occidental. Su performance no alcanzó las expectativas. Logró, sin embargo, algunos delegados en distintos estados, sobre todo en California, que seguramente se sumarán a los de Biden si decide bajarse de la carrera.

Además de la derrota de Sanders, el ala progresista sufrió otro golpe ya que otra de sus candidatas, la senadora Elizabeth Warren, tuvo una pésima jornada y hasta salió tercera en su propio estado, Masachussetts. Podría renunciar pronto y su electorado iría mayoritariamente a las filas del senador por Vermont.

"Choque de ideas"

Sanders propone una “revolución” que transforme el sistema político y económico del país, con fuertes límites para Wall Street, proteccionismo comercial, salud pública gratuita para todos y la eliminación de las deudas de los estudiantes. Biden, en cambio, dice que no quiere una “revolución” y busca ser el candidato centrista con experiencia que cierre las heridas del país, con enfoques similares a los de Barack Obama sobre el sistema de salud, impuestos y cambio climático.

Estas diferencias se reflejaron en los mensajes de anoche. “La gente habla de una revolución. Nosotros hemos iniciado un movimiento”, dijo Biden en los Ángeles, apropiándose de una de las frases características de Sanders.

El senador le devolvió gentilezas en su discurso en Burlington, Vermont. “No se puede derrotar a Trump con la misma vieja política de siempre”, declaró Sanders, enumerando una lista de diferencias con Biden en temas como seguridad social, comercio y fuerzas armadas. “Esto se convertirá en un choque de ideas”, agregó.

Una de las claves de los triunfos de Biden fue el amplio apoyo que recibió de los afroamericanos y de los mayores de 50 años. Sanders, en cambio, cosechó la gran mayoría del voto de los jóvenes y de los latinos.

El ex vicepresidente, además, se vio muy beneficiado por los votantes de dos candidatos moderados que renunciaron a la carrera en las últimas horas, el ex alcalde Pete Buttigieg y la ex gobernadora de Minnesota Amy Klobuchar. Está última le permitió arrebatar a Sanders ese estado importante del midwest blanco, industrial y agrícola. Un dato: el 49% de los votos de Biden fue decidido a último momento, según los boca de urna.

En este “Supermartes” votaron unos 140 millones de personas, un 40% de la población del país. Pero esto no es una cuestión de voto popular sino un juego de delegados. Cada estado, según la cantidad de población, asigna electores que van a la convención demócrata en Milwaukee, Wisconsin, en julio, donde se aglutinarán las 3.979 personas que bendecirán al candidato. El martes a la noche había más de 1.300 delegados en juego y mucha expectativa por si Biden lograba alcanzar al favorito Sanders.

Esta mañana, el conteo de delegados otorgaba 385 a Biden y 325 a Sanders. Warren cosechaba 36 y Bloomberg, 12.

Como vaticinaban los sondeos, Sanders ganó ampliamente en su estado, Vermont (16 delegados). Biden tuvo un cómodo triunfo en el más populoso Virginia, donde recibió un gran apoyo del electorado afroamericano. Esta victoria le dio 99 delegados. También tuvo un triunfo importante en Carolina del Norte, con 110 delegados. No se esperaba que ganara en Minnesota ni en Masachussetts y se soñaba con un buen resultado en Texas, donde finalmente triunfó, en un estado con 228 delegados.

El estado que más electores otorga es California, considerado el premio mayor de cualquier “Supermartes”, con 415. Allí, como vaticinaban los sondeos, Sanders ganó con comodidad, pero el segundo y tercer puesto se repartían entre Bloomberg y Biden, ambos moderados, que finalmente terminarán uniendo fuerzas.

Después de haber sufrido derrotas resonantes en Iowa, New Hampshire y Nevada, el ascenso fulgurante de Biden comenzó con su triunfo aplastante el sábado en Carolina del Sur. Cuando comenzó a vislumbrarse que aún estaba vivo, el ex vicepresidente recibió el apoyo de Buttigieg y Klobuchar, que se bajaron de sus candidaturas. También se sumó Beto O´Rourke, que fue vital para su triunfo en Texas. El “Supermartes” lo colocó ahora en carrera con Sanders, que parecía invencible.

Las próximas primarias demócratas son el martes 10, en Idaho, Michigan, Missouri, Mississippi, Dakota del Norte y Washington. Se verá si Biden logra mantener o acentuar su “momentum”.