La contraofensiva de las tropas leales al líder libio Muamar Kadafi contuvo el avance revolucionario por la costa, aunque los milicianos retomaban a última hora de ayer sus ataques.

La ofensiva simultánea de las fuerzas fieles al régimen fue en tres puntos: Uno fue en Al Zauiya, a 92 kilómetros al Suroeste de la capital (Trípoli) y asediada desde hace tres días. El otro fue en Misrata, al Este de Trípoli. El tercero ocurrió en Ben Yauad, una localidad a un centenar de kilómetros al Este de Sirte, ciudad natal de Kadafi y uno de sus principales feudos.

Los rebeldes libios tuvieron que replegarse de Ben Yauad, y según un corresponsal de Al Yazira, a bordo de sus vehículos se dispersaron en dirección a Ras Lanuf, donde los aviones también sorprendieron a la concentración de milicianos que actuaron con el desorden característico de muchos de sus nuevos reclutas.

Los mercenarios y tuaregs al servicio de Kadafi pusieron en fuga desde las azoteas a las huestes desprevenidas que, sin reconocimiento previo, llegaron confiadamente a Ben Yauad. La desbandada generó gran desconcierto y el abandono precipitado de algunos milicianos de Ras Lanuf, aunque otros guardaron la posición, lo que degeneró en confusión en torno al control del vital enclave portuario y petrolero, que cuenta con dos pistas de aterrizaje.

La ofensiva fue completada con un aparente intento de las brigadas kadafistas de probar la resistencia organizada por los rebeldes en Misrata, en su poder pero aislada entre Trípoli y Sirte.