"Los países de la OTAN acordaron lanzar (ese proceso), que permitirá tomar el relevo el lunes o el martes", indicaron las fuentes en Bruselas, sede del cuartel general de la Alianza.

El ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, anunció minutos antes que su país abandonó la postura crítica que tenía y dio luz verde al acuerdo.

La Alianza Atlántica, que días atrás resolvió enviar a las costas libias una misión para garantizar el cumplimiento del embargo impuesto por la ONU, terminó así con una semana de reuniones sin consensos sobre el alcance que tendría su participación en el conflicto.

Además de Turquía, que este jueves aceptó enviar naves al Mediterráneo, el gobierno francés era otro de los que ponían reparos a la participación de la OTAN, al argumentar que su imagen no era buena en el mundo árabe. París exigía, además, que en caso de intervenir, las decisiones políticas debían permanecer en la órbita de Europa.

El anuncio, en todo caso, será recibido como un alivio en otros países, como los Estados Unidos, que en los últimos días había reiterado su voluntad de entregar el mando de la operación para adoptar un papel más secundario.

La coalición internacional logró imponer sin inconvenientes la zona de exclusión aérea que encomendó el Consejo de Seguridad de la ONU.