Considerada una de las mujeres más ricas del mundo, hoy cumple 85 años Isabel II: la reina más longeva de la historia británica. Como lleva 59 años portando la Corona, su primogénito Carlos se ha convertido en el príncipe que más tiempo lleva esperando llegar al trono. Pero es la boda de su nieto, el príncipe Guillermo, lo que ha abierto el debate sobre la sucesión de Isabel II, una de las reinas más reconocidas del planeta.
El gobierno británico estudia la posibilidad de cambiar la ley de sucesión a la Corona británica para que el primer descendiente del príncipe Guillermo y Kate Middleton pueda ser monarca, sin importar su sexo. La actual ley establece que si el primer hijo de la pareja es mujer y el segundo hombre, sería el segundo el que tiene derecho a la Corona y no la mujer.
En caso de que todos los descendientes sean mujeres, sería la primogénita la heredera al trono británico, tal y como sucedió con la actual reina Isabel II, que sólo tuvo una hermana.
El Gobierno del primer ministro David Cameron ha llevado el tema de la monarquía al máximo consejo gubernamental británico. Según versiones de la prensa británica, los cambios a la reforma tendrían la aprobación de la reina, que quiere pasar a la historia como la monarca que le dio un toque de modernidad a la Corona británica regida por un Acta de Sucesión que data desde hace más de 300 años.
Nacida el 21 de abril de 1926 en el barrio londinense de Mayfair, Isabel II asumió oficialmente el trono el 6 de febrero de 1952, pese a que no quería semejante responsabilidad. Conocida entre sus allegados como Lilibeth, Elizabeth Alexandra Mary Windsor soñaba con ser granjera, cuidar de sus perros y salir a cazar. Pero una decisión familiar convirtió a Lilibeth en la primera en la línea de sucesión, después de la muerte de su padre Jorge VI.
La tranquila vida de Lilibeth cambió en 1936, cuando su padre fue coronado rey. Durante la Segunda Guerra Mundial fue conductora de ambulancias, y junto a sus padres y a su hermana dio a los británicos muestras de coraje ante al adversidad. A los dieciséis años fue nombrada coronel de la Guardia de Granaderos, y a los dieciocho se convirtió en consejera de Estado.
El 20 de noviembre de 1947 se casó con el príncipe Felipe, cuando ella era aún princesa heredera. Felipe Mountbatten era un joven tan apuesto que la pequeña Lilibeth se enamoró de él, aunque fueran primos lejanos. Ella tenía sólo 13 años y él 18. Siempre fiel, al punto de rechazar varios pretendientes, junto a Felipe tuvo cuatro hijos: en 1948, Carlos; en 1950, Ana; en 1960, Andrés y en 1964, Eduardo.
Conocida por su frialdad en público y porque recientemente abrió una cuenta en Facebook, la reina Isabel II en privado es jovial, cariñosa y amorosa. Le gusta imitar personajes tales como la ex primera ministra Margaret Thatcher y Miss Piggy, la cerdita del "Show de los Muppets".
La propia reina, que a su vez es la jefa de Estado del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y también de los reinos de la Mancomunidad, se ocupa personalmente de que las luces del palacio de Buckingham estén apagadas por la noche. Es tan ahorrativa que no permite que se tire nada que pueda volver a usarse. Al personal del palacio le ordena que camine a los lados de las alfombras para no gastarlas y guarda su cereal en cajitas de plástico.
Se viste casi siempre de tonos pastel, rojo, azul, verde manzana, amarillo o negro, todo acompañado de un sombrero a tono y un infaltable bolso negro pequeño.
Su vida es irreprochable, pero la conducta de algunos de sus familiares la llevó a declarar el año 1992 como su "año horrible" (o annus horribilis) por los divorcios de sus hijos Andrés (de Sara Ferguson), Ana (de Mark Phillips) y Carlos (de Diana de Gales) y el incendio del castillo de Windsor.
La muerte de la princesa Diana puso en aprietos a la Reina, que se vio obligada a lamentar públicamente su fallecimiento para mantener con vida a la monarquía, una institución de XII siglos de historia en Inglaterra. Sin embargo, no tardó en volver a ser una figura querida, respetada y admirada por su aplomo, su fuerza y su amor por su país. Sobre todo porque falta poco para que cumpla 60 años en el trono, con la esperanza de superar el récord de años como monarca de la reina Victoria (63 años, 7 meses y 2 días). De todos modos, tras cumplir 81 años, Isabel II se convirtió en la monarca británica más longeva de la historia, al superar a su tatarabuela, la reina Victoria, que murió en 1901.
Para los expertos, Isabel II preferiría pasar la batuta a su nieto Guillermo en lugar de a su sucesor natural, Carlos, príncipe de Gales, quien no goza de gran popularidad. Aunque se encuentra en un muy buen estado de salud y parece haber heredado los genes de su madre, quien murió, lúcida, a los 101 años, Isabel II cree que cuando ella tenga 87 y su esposo, el príncipe Felipe, 92, será muy difícil llevar a cabo todas las obligaciones reales. Por eso, no descarta abdicar al trono en un par de años.

