Es tener un baño pero no poder bañarse con la comodidad de siempre. Es vivir entre gritos de la gente que saquea supermercados. Es esperar una ayuda que no llega para tantos afectados por las inundaciones en Chile, incluyendo al sanjuanino Fabián Montaña.

En la norteña comuna chilena de Taltal, donde Fabián vive hace 10 años, el lodo llega hasta la vereda de su casa, como consecuencia de la peor inundación de los últimos años debido a las lluvias que han azotado el Norte del país por estos días.

“Escucho gente gritando que lleva mercadería. Te das cuenta que no es comprada”, cuenta Fabián. “Todos se pelean por el gas en garrafa y por el agua” en Taltal, una comuna que pertenece a la región de Antofagasta. Allí, el panorama es “desolador”, al igual que en Coquimbo y Atacama, según afirmó ayer la presidenta Michelle Bachelet al referirse a las inundaciones que causaron 10 muertos.

En Taltal, “80 por ciento de la población tiene el agua cortada. Esa parte de los habitantes debe viajar en camionetas 4×4 a las casas del 20 por ciento restante de la población que tiene agua”, cuenta el sanjuanino de 26 años, que tiene una esposa y una hija de 9.

“Es desesperante ver cómo a una niña la arrastra la corriente. Un bombero que intentó ayudarla también fue arrastrado por el agua hasta que un compañero pudo rescatarlo tirándole una cuerda” cuenta el habitante de Taltal, que está a la altura del límite entre Catamarca y Salta.

“En algunas partes hay retroexcavadoras para que la gente pueda cruzar la calle. Están en las esquinas. Grupos de cinco personas se suben a las palas de las retroexcavadoras para poder cruzar las calles”, relata el sanjuanino en contacto telefónico con DIARIO DE CUYO.

Fabián vivía en Santa Lucía. Un día viajó a Chile con su equipo de fútbol y conoció a quien ahora es su esposa. “Estamos totalmente aislados y sin ayuda del Gobierno nacional. La única ayuda que recibimos es de la Cruz Roja de Antofagasta, como también de los carabineros y militares de esa misma región”, cuenta Fabián, que trabaja en su mismo domicilio ayudando en la frutería y verdulería de su suegro. De todos modos, ese negocio permanece cerrado como consecuencia de las inundaciones. Como las lluvias han cortado rutas, no puede realizar los viajes que hacen habitualmente a la comuna de La Serena, para comprar frutas.

Ante la falta de agua, Fabián cuenta que deben bañarse con restricciones. “Conozco gente que ha perdido el 70 por ciento de sus bienes”.

Ubicada a 211 kilómetros al Sur de la ciudad de Antofagasta, Taltal es una comuna costera de 50 mil habitantes. “Es una zona árida y sin árboles. Un 60 por ciento es gente de escasos recursos. Hay viviendas precarias. Mucha gente vive de la pesca. Los vecinos ayudan con escobillas sacando el barro. La municipalidad no da abasto”, según Fabián.

“En 1991 hubo una inundación fuerte. El año pasado se construyeron en la entrada de Taltal cinco piletas del tamaño de una cancha grande de fútbol para prevenir riesgos por inundaciones. Pero con esta inundación colapsaron las cinco”, relata Fabián, al reconocer que esta inundación es una de las experiencias más impactantes de su vida. “No quisiera volver a vivirlo”, remata.

Posted by Fabian Alfredo Montaña on Viernes, 27 de marzo de 2015