Manteca, crema de leche y carnes de vaca, cerdo y pollo son algunos de los alimentos que incluye la dieta cetogénica que ‘aporta elementos muy útiles en la lucha contra el cáncer y enfermedades crónicas como la diabetes‘, afirmó el científico cubano Ernesto Prieto Gratacós, quien precisó que ‘como todas las células cancerosas se alimentan de glucosa, una nutrición adecuada puede controlarlas‘.

‘El rasgo central de todos los cánceres es el hipermetabolismo de sus células: dado que no pueden respirar, las células neoplásicas deben consumir cantidades cada vez mayores de glucosa para sostener sus actividades‘, explicó el director del Centro de Oncología Complementaria.

Señaló que la característica común de todas las células cancerosas es la anulación del proceso de respiración y su consecuente dependencia de la fermentación de glucosa, que ‘provee el combustible metabólico para el cáncer‘. ‘Una vía potencialmente eficaz para controlar las neoplasias (malignización) es una dieta en torno a proteínas y grasas en lugar de centrarlas en los carbohidratos‘, expresó.

Prieto Gratacós presentará el libro ‘Keto, atlas culinario para la terapia metabólica‘, en el que aborda un método alimentario que ‘evita enfermedades degenerativas y promueva un régimen pro-longevidad‘, señaló.

Así, la dieta cetogénica incluye quesos, carnes de vaca, cerdo, pollo y pescado, manteca, crema de leche y aceite de oliva, verduras de hoja y hongos.

No se pueden ingerir gaseosas, jugos de fruta, golosinas, pan, pasta, pizza, papa. ‘Tampoco mermeladas, miel ni frutas, zanahoria, remolacha, leche ni yogurt, productos de soja, arroz, legumbres ni edulcorantes‘, precisó. Tampoco alimentos que tengan glucosa, lactosa, fructuosa, sacarosa, aspartamo y stevia.

El libro propone adoptar una alimentación cetogénica, que permite que los procesos de reparación del cuerpo ‘ocurran bajo condiciones de abundancia de oxígeno, evitando así la transformación neoplásica (malignización) de los tejidos‘, completó.

‘Los ’cuerpos’ cetónicos son compuestos químicos propios que el organismo humano usa o solía usar como ’combustible alternativo’, mientras se procuraba alimentos por medio de la caza. Cuando los carbohidratos escasean, los compuestos cetónicos se sintetizan en el hígado a partir de los ácidos grasos y son utilizados como energía‘, detalló. Se trata de un mecanismo compensatorio que permite tolerar la escasez alimentaria en la lucha por la supervivencia. ‘La base de la dieta es conseguir niveles muy bajos de glucosa, que ayudan a la muerte de las células cancerígenas. El organismo puede funcionar de manera saludable utilizando ácidos grasos como combustible‘, aseguró. Télam