Los médicos tenían ayer un prudente optimismo sobre la condición de la congresista estadounidense Gabrielle Giffords luego de que un hombre le disparó en la cabeza y mató a 6 personas mientras ella asistía a un evento público en Tucson, Arizona.
Los doctores dijeron que la legisladora demócrata de 40 años estaba en condición crítica aunque era capaz de seguir instrucciones simples, tales como levantar 2 dedos cuando se lo solicitaban. Una sola bala atravesó su cerebro en el lado izquierdo. Aunque dada la devastadora naturaleza del impacto, los médicos dijeron no tener certeza sobre la amplitud del daño cerebral.
La congresista fue puesta en un coma inducido aunque frecuentemente se le hablaba para evaluar su progreso. "Hay áreas obvias de nuestro cerebro que son menos tolerantes a la inducción", dijo el doctor Michael Lemole. "No quiero caer en el camino de la especulación pero al mismo tiempo estamos prudentemente optimistas", agregó.
Por otra parte el presidente Barack Obama, llamó para hoy a las 11 horas de EEUU a guardar un minuto de silencio en honor a las otras víctimas.
En tanto, el sospechoso de 22 años, Jared Lee Loughner, recibió cinco cargos criminales incluyendo intento de asesinato en una corte federal de Tucson. "Al parecer el blanco era la congresista", dijo el director del FBI, Robert Mueller, en una conferencia de prensa. Los funcionarios públicos deberían estar en alerta aunque no había información que sugiriera una amenaza específica.