La infanta Cristina, una de las hijas del rey Juan Carlos de España, fue imputada ayer por la Justicia en el caso de corrupción en el que está siendo investigado su marido, Iñaki Urdangarin, un hecho sin precedentes en la historia democrática de España.
Cristina era directiva del Instituto Nóos, la organización a través de la cual su marido y el exsocio de éste, Diego Torres, se habrían apropiado de 6 millones de euros de dinero público. El juez del caso, José Castro, considera que la cesión de su imagen por parte de la infanta para conseguir contratos para el Instituto fue clave para el éxito de éste. Hasta ayer, Cristina era el único miembro de la directiva que no había sido imputado en el caso.