La ceremonia de investidura que se celebrará en Amsterdam mañana y transformará al príncipe Guillermo y la princesa Máxima en rey y reina de Holanda se celebra sin modificaciones desde 1840, momento de la coronación de Guillermo II.
Tal como en las ceremonias realizadas en los últimos 173 años, el nuevo rey leerá el mismo juramento que tuvo a su cargo Guillermo II (1840), el rey Guillermo III (1849), la reina Guillermina (1890), la reina Juliana (1948) y la reina Beatriz (1980).
‘Juro al pueblo del Reino que mantendré y defenderé el Estatuto del Reino y la Constitución. Juro que defenderé y conservaré con todas mis fuerzas la independencia del Reino y su territorio; que protegeré la libertad y los derechos de todos los holandeses y los residentes en los Países Bajos‘, sostiene.
Y concluye el texto que ‘con todos los medios que me ofrezcan las leyes conservaré el bienestar de esta nación así como su progreso, como le es debido a todo buen y leal rey. ¡Qué Dios todopoderoso me ayude en esta tarea!‘.
Este mismo texto será leído mañana en la madrugada argentina por el actual príncipe de Orange, previo a la promesa de lealtad al Estatuto del Reino y la Constitución que lo confirmará como el nuevo monarca, y a su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, como la reina de Holanda.
Las insignias del Reino, que Guillermo II mandó fabricar en 1940 y simbolizan el poder y la dignidad del Rey, se desplegarán durante el solemne acto de investidura.
La más importante de ellas es la Corona, que representa a la soberanía del Reino de los Países Bajos y se refiere igualmente a la dignidad del Jefe del Estado.
Otras insignias son el cetro, que simboliza la autoridad del rey; el orbe, que representa los dominios territoriales; la espada, que simboliza el poder del rey; y por último el estandarte con la bandera holandesa.
Durante la ceremonia de inauguración del reinado de Guillermo Alejandro, todos estos objetos reposarán sobre la credencia (una mesita que se sitúa junto al altar), donde también se situará un ejemplar de la constitución holandesa.
Además, el futuro rey lucirá una versión restaurada del manto real que llevó la reina Beatriz durante su investidura en 1980, copia del original de 1815 que se usó durante la entronización de Guillermo I.
Se trata de una prenda compuesta de pieles de armiño, aunque se aclaró para evitar protestas, que desde 1980 no se utilizaron nuevos curtidos en su conservación.
